martes, 30 de diciembre de 2008
100 veces 100
A pesar de pretender expresarnos en el ámbito del humor, hemos publicado de todo: anécdotas, enigmas, cuentos, historias dudosas, noticias, juegos, imágenes, opiniones, parodias, robos variados, entrevistas... Hemos dicho muchas cosas de muchas maneras, dimos también muchos consejos diferentes, nos esforzamos por detallar aspectos de la vida, por contar las texturas de los actos más cotidianos, bregamos por no aburrirte ni enojarte, y hasta buscamos transmitir un mensaje.
A través de estos 100 post hemos querido mostrarnos y a la vez ocultarnos; una vez dijimos "¡Hola!", y todavía no dimos el "¡Adiós!"; muchas veces dijimos “gracias”, y otras tanto “por favor”, y cada día pensamos en como hacer algo mejor.
Y hayamos logrado nuestro objetivo, o hayamos fracasado rotundamente... lo intentamos... gracias por estar ahí, una vez más.
¡Felices 100 entradas, Rinconcito del Gordo Morcilla!
miércoles, 24 de diciembre de 2008
Me confieso...culpable
Todo empezó por curiosidad propia de que era un blog, averiguando me enteré que era una posibilidad de hacer un diario personal en internet. Sin embargo, como mi historia personal es tan poco interesante como para que además de ser escrita merezca ser leída por otros decidí empezar a inventar historias, algo que siempre me gustó y que es muy redituable a la hora de excusarse por un error cometido. Pero volvamos al punto: el blog empezó sin un rumbo fijo, esto es no sabía que iba a hacer de él, que tipo de historias iban a empezar a aparecer ni mucho menos si iba a mantenerlo durante tanto tiempo.
El nombre tiene una explicación, pero como todo nombre es inentendible porqué decidí llamarlo así, por eso dejemos el tema de la nómina como un secreto que jamás develaremos.
Continúo, una vez escrito el primer post (sigo sin encontrar palabra en español que me satisfaga para reemplazar a post) le conté a un buen amigo mío que había empezado esto y que si tenía ganas lo invitaba a emprender la aventura conmigo (notarán que los primeros posts ninguno de los dos tenía muy claro que ibamos a lograr con todo esto). Poco a poco se fue delineando la línea del humor, o por lo menos eso intentamos hacer durante todo este tiempo. Quizás algunas veces hayamos logrado nuestro objetivo de hacer reír a alguien u otras no hayamos logrado ni siquiera que lean la primera oración.
Esto sigue siendo una aventura que intentamos mantener viva y que (por suerte) todavía no tiene pensado un final. Así que invito a todo el que llegó leyendo hasta acá a seguir visitándonos y si no les cuesta mucho a darnos unas palabras, pero no la típica: pasé, muy bueno, que lindo; sino algo que aporte que genere nuevas ideas, un intercambio, algo interesante para decir.
Saludos....
Doctor Seisdedos
miércoles, 17 de diciembre de 2008
A ver qué te pensás
Ok, no entendiste nada. No importa. Agradezco a wikipedia (que ahora junta unos mangos parece) y te lo explico yo. Inferencias son suposiciones que el receptor de un determinado texto o discurso va haciendo, cuando no conoce a fondo los hecho de los que le están hablando. A medida que avanza el discurso, el oyente va construyendo estas teorías que pueden ser acertadas o errores de interpretación. Ojalá hayas entendido, sino apretá la pequeña cruz que hay en la parte superior derecha de la ventana.
Bueno, ahora que todos sabemos lo que es una inferencia, te cuento un par de historias.
*Matías iba camino a la escuela una vez más, mirando el suelo. Cada vez que recorría esas calles con destino al colegio tenía la misma sensación: una mezcla de temor y nervios. La verdad era que no le gustaba ir a la escuela: nunca le había gustado. Tenía miedo al ridículo, a que se rieran de él, cosa que ya había pasado. Su familia le había dicho que fuera fuerte y ponga el pecho a las adversidades. Pero sinceramente... le costaba.
Ese día Matías tampoco pudo controlar a su clase de tercer grado. Decidió definitivamente que la docencia no era para él.
*Cuando Martín, César y Pala se metieron en el mundo de la música creyeron que era diferente. Luego de varios meses descubrieron que era todo un simple comercio, que no podían hacer lo que habían pensado en un principio. Tenían que estar entregados a las exigencias del medio, a lo que la gente quería comprar: la música era simplemente un acto de mercadeo, corrían detrás de las exigencias de los demandantes.
Cuando Martín, César y Pala se metieron a trabajar a Musimundo pensaron que era diferente.
*Mónica se esforzaba, nadie lo podía negar. Ella trataba y trataba, pero nadie la escuchaba. Alzaba su voz, poyectando, proponiendo, sugiriendo y convocando a sus oyentes. Pero en el auditorio nadie la escuchaba. Estaba frustrada. Quienes se suponía que estaban para atender a sus palabras, miraban el techo o con cara de no entender.
Sólo quince minutos después Mónica entendió que se había equivocado de salón y había entrado a la reunión anual de sordos.
*Un punto más. Pedro sólo quería uno más. Más bien necesitaba ese punto. Si lograba culminar ese punto se sentiría realizado completamente. El premio sería el saber que había hecho realidad un sueño, antes que el dinero o cualquier otra cosa. Ya se imaginaba la cara de asombro y orgullo de sus familiares cuando terminara triunfante ese punto. Pero por otro lado, con temor imaginaba no poder concretar este último punto. Imaginó su desilusión, todas sus ilusiones tiradas al tacho, perdidas.
Y allí está Pedro, dándole el último punto a ese suéter verde, con sus lindas agujas de tejer.
viernes, 12 de diciembre de 2008
Algunas verdades....sobre las fiestas
Navidad, Navidad,
hoy es Navidad
en el Rinconcito este día hay que festejar
Navidad, Navidad
porque el gordo
ayer noche, Nochebuena,
se comió un lechón.
Ahora que entramos en clima navideño vayamos al grano: las fiestas son un ritual que se repite año a año siempre en los últimos días. Originalmente católicas, las fiestas son festejadas con el mismo ímpetu por judíos, mormones, ateos, budistas, confucionistas, hindúes, escépticos, ortodoxos y políticos.
Por eso y sin más presentaciones me pareció indicado hacer notar algunos detalles que mal que mal se repiten siempre en estas fechas:
* En el mes de diciembre, las programaciones de todos los canales incluyen películas de temática navideña: Milagro en la calle 34 y Ben Hur (que va por el récord de 3016 emisiones que hasta ahora ostenta Volver al futuro 3) son las películas más elegidas.
* Aparecen los vendedores de pirotecnia, en su mayoría ilegales, que durante el invierno se dedicaron a vender gorros y remeras con la cara del Che Guevara.
* El pan dulce aumenta un 300% respecto a los demás meses del año.
* El arbolito de navidad se convierte en una especie de competencia para ver quien lo tiene más alto, con los soplillos más grandes, las guirnaldas más coloridas y las luces más estrafalarias.
* Del juego de 150 luces con sonido estéreo que te compraste hace 5 años sólo andan 40 luces, el sonido se rompió al segundo día de comprado y los respuestos de cada foquito salen igual que un juego nuevo.
* Al pesebre de porcelana de la abuela le falta el niño Dios, que fue roto por tu primito jugando a la pelota adentro de la casa, y fue reemplazado por un bebé de juguete. Los reyes magos también se perdieron y ahora son respresentados por tres muñecos de los power rangers (nótese que baltazar es el negro). San José perdió un brazo en una caída y la Virgen María es un Barbie con un pedazo de tela en forma de túnica.
* A la hora de los regalos, la tía te regalará por enésima vez una calculadora reloj, un mazo de cartas, una birome o cualquier otro ítem del estilo.
* La misma tía del ítem anterior es la que se encarga de vestirse de Papá Noel y caer con los regalos en una bolsa de consorcio para que los primitos más chicos mantengan su ilusión. Sin embargo, la susodicha olvida despintarse las uñas y los labios, además de usar unas prácticas sandalias de Ricky Sarkany.
* La abuela se pasa de rosca con el vino y el champán y a las 12:30 aplaude cualquier huevada que uno diga. (válido para ambas noches de fiestas)
* La noche del 31 a las 0:00, inevitablemente, los vecinos pondrán la marcha peronista a todo lo que da y acompañarán haciendo palmas y golpeando botellas y mesas.
* El 24 a la noche es posible que llueva, arruinando los planes de salir a chupar con los amigos y obligándote a tener que quedarte junto a la familia, la cual está toda desparramada en sus asientos después de haberse comido tres lechones, un matambre arrollado, dos pollos rellenos y 5 kilos de ensalada de frutas.
sábado, 6 de diciembre de 2008
Imágenes sin necesidad de epígrafes
Voy a hacer un breve repaso de aquellos que he encontrado particularmente impresentables:
1) Religiosos
Aquí podemos entender un poco el constante rechazo de la sociedad a cualquier conjunto musical que pregone la palabra de Dios en su música...
2)Conjuntos indecorosos
Aquellas agrupaciones que distan mucho de ser atractivas desde el punto de vista de la imagen... o desde cualquier punto de vista.
sábado, 29 de noviembre de 2008
La verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad
....a mí no se me ocurrió nada sobre que escribir esta semana.
domingo, 23 de noviembre de 2008
La vida detrás de las pelotas
Subestimadas Profesiones de Importancia
Hoy: Ballboy
El noble deporte del tenis nos deslumbra con su belleza partido tras partido, torneo tras torneo. Cada punto nos hace deleitar con la calidad de los golpes de cada exquisito tenista y con el coraje de cada corrida hacia la veloz pelota.
Sin embargo, tras esta cortina de belleza hay una gran masa de gente que se sacrifica para que el espectáculo se desarrolle de la mejor manera. Personas que trabajan para el tenis y sin embargo están para no ser vistos. Ha llegado el día de reivindicar a la especie más subestimada de éstas, los ballboys, chicos pelota. No sólo ponen su persona al servicio del tenista de turno, sino que se agachan ante el espectáculo y hasta arriesgan su integridad física con el único objeto de hacer más bello el deporte que aman.
Pequeña Reseña histórica
Si bien hay diferentes teorías acerca del nacimiento de la disciplina ballboylistíca, algunos documentos antiguos nos señalan que ésta dataría del año 1350 aproximadamente, cuando la tribu Gaxzuectizxcá, de raíces aztecas implementaron un alcanza pelotas para su deporte consistente en meter una pequeña pelota hecha con hojas de cacao por unos anillos en la pared, tratando de pegarle con el codo o los hombros. En definitiva, el deporte era rudimentario y extremadamente estúpido, como los actuales, pero la novedad consistía en que el sujeto encargado de alcanzar las pelotas corriera por el perímetro del cancha con la intención de que las bolas se pusieran rápidamente en juego luego de cada pérdida de posesión de los jugadores.
Más adelante, los ingleses al oficializar al tiro con arco como deporte, y ante el desgano de ir a buscar las flechas arrojadas al interior del bosque luego de cada lanzamiento, contrataron esclavos o criados para que lo hagan por ellos. La disciplina siguió evolucionando hasta el siglo XX, cuando la figura del ballboy adoptó su forma actual.
Reconocidos Ballboys
Tal vez el primer ballboy reconocido fue el escocés Ray Careless, el cual ha quedado para la posteridad como el pionero en la disciplina. Su rapidez y elegancia para correr en cuclillas hacia las pelotas en la red y sus precisos pases de pelotas al ras del suelo a sus compañeros lo distinguieron así como sus oscuras gafas que lo proyectaron a la fama.
Pero si bien la importancia de Careless es innegable, también es incuestionable que el ballboy más famoso de la historia fue el Neozelandés Teddy Mc Aronne. El talento de éste ballboy, profesional durante los ochenta y parte de los noventa, ha quedado plasmada en cada cancha del circuito tenístico. Sus simpáticas maneras de pasarle pelotas a los tenistas, así como su frase "Agarrame la tercer pelota" lo catapultaron al cariño del público y al primer plano del deporte mundial. Setenta veces tapa de la revista "Ballboys de arcilla y pasto", Teddy tiene aún cientos de clubs de fans alrededor del mundo. "Ted es espectacular" exclamó Mc Enroe luego de ganar por tercera vez el Us Open; "Cuando sea grande quiero ser como Teddy" dijo Pete Sampras luego de ganar su décimo grand slam.
Una profesión de riesgo
Así como el ballboylismo es una profesión noble, es también de gran peligro para quienes la ejercen. Nadie nos borrará el recuerdo del marroquí Ismahel Lehamsi el 12 de octubre de 2001, cuando recibió un primer saque de Andy Roddick en uno de sus testículos y le diagnosticaron muerte testicular. Otro episodio negro fue el del peruano Armando T. Uno, cuando en el abierto de Cuzco de 1993 perdió la audición en su oído derecho al caérsele la silla del umpire encima.
Más allá de las canchas, los ballbays son ejemplos para la sociedad: un trabajo desinteresado, de perfil bajo y sin pretensiones de confrontación violenta o de ningún otro tipo. Cada ballboy es el molde de un buen ciudadano y por eso declaramos a ésta como una subestimada profesión de importancia. ¿Qué sería del tenis sin ballboys? ¿Qué sería del mundo sin humildad desinteresada? ¿Qué sería de Del Potro sin lesiones? Las respuestas están a la vista.
viernes, 14 de noviembre de 2008
Serie: Los Juegos del Ayer. Ring Raje
Fue mi intención intentar recordar alguno de aquellos juegos de la infancia y sus características principales, porque como dicen por ahí: todos llevamos un niño interior adentro nuestro.
Ring raje
Aún se conservan en algunos museos y bibliotecas del viejo contintente (cosa rara, porque los viejos suelen ser incontinentes) antiquísimos manuscritos en los cuales se mencionan antiguas prácticas muy parecidas al actual ring raje:
En el tercer tomo del "Libro del juglar", de autor anónimo y fechado entre 1322 y 1455 se nos cuenta que en años anteriores en la ciudad de Carcassonne, situada al sur del país galo, los nobles se entretenían golpeando en las puertas de las interminables habitaciones de la fortaleza, huyendo rápidamente a espiar desde algún recodo si alguien acudía desde dentro. Se cuenta en el mismo manuscrito un suceso de este estilo ocurrido en la primavera de 1196:
Dice la crónica que:
"En ocasión de un baile para homenajear los dos años de su asunción como Conde de Tolosa, Raimundo VI, recientemente casado con Juana de Inglaterra (hija del Rey Enrique II de Ingletarra y hermana de Ricardo Corazón de León y de Juan sin Tierra) se enamoró perdidamente de una bella doncella, la duquesa de Borgoña: Matilde de Portugal, quién se fijó en el interés que le demostraba el conde Raimundo. La duquesa luego de algunos bailes logró escabullirse del salón, dejando previamente una orden a su dama de compañía de que le diera un mensaje que ella había escrito para el conde. La doncella entregó el mencionado mensaje a Raimundo, el cual se retiró excusando dolores de cabeza y fue hacia sus aposentos a fin de leer el escrito de Matilde. Éste decía: "No he podido evitar observar su gran interés en mí, lo espero en el segundo patio. Matilde".
El conde se vistió con sus mejores ropas y se perfumó el cuerpo con esencias traídas del lejano oriente y apuró el paso hacia el segundo patio, donde lo esperaba la bella Matilde. En el mismo acto se metieron en una de las habitaciones contiguas y dieron rienda suelta a sus pasiones. Entretanto, unos nobles, amigos del duque Eudes III de Borgoña, esposo de Matilde, que habían visto toda la acción se decidieron a jugar una trampa al conde y a la duquesa. Primero avisaron al duque que el conde necesitaba verlo y que lo esperaba en treinta minutos en el patio, luego fueron hasta el aposento donde yacían los nuevos enamorados y esperando un tiempo prudencial procedieron a golpear repetidamente la puerta al grito de: ¡abran que se incendia el palacio!. El conde que no sabía nada por haber estado ocupado, salió a medio vestir y cuando abrió la puerta encontró al duque de Borgoña con cara de extrañeza, quién le sugirió concretar la reunión en la habitación a fin de evitar oídos indiscretos. El conde trató de persuadirlo de que lo hicieran en otro aposento pero el duque tenía prisa y entró sin más rodeos, encontrando a su esposa envuelta apenas en unas sábanas y el resto de la ropa del duque esparcida en el suelo de la habitación."
Veamos a continuación una descripción de como se desarrolla el juego:
Participantes
De 1 en adelante. Sin embargo, el ring raje solitario es poco gracioso y pierde parte de su atractivo al no poder compartir la adrenalina con otros.
Objetos necesarios
Timbre simple y común (los porteros inalámbricos suelen perjudicar el atractivo)
Desarrollo del juego
El primer paso es decidir cuál será la casa víctima de la broma, esto puede variar de acuerdo al habitante de la mencionada vivienda: usualmente se hace en la casa de alguien fuera de todo parentesco con los participantes del juego. Una vez planeada la víctima es prudente pensar los posibles planes de escape.
Estrategias del ring raje
* La más común es la que da nombre al juego, esto es, tocar el timbre y salir corriendo a todo lo que se da hasta algún lugar en que no pueda decidirse su grado de involucramiento en el hecho. Es preferible tener siempre una esquina a la cual dar vuelta cerca del lugar de la casa en cuestión.
* Tocar el timbre y cruzarse de calle fingiendo estar pasando para cortarse el pelo en la peluquería de la esquina, comprar medio kilo de naranjas en la verdulería de Cacho, o cualquier otro menester doméstico pertinente.
* Si se cuenta con más de un integrante en el grupo es posible diagramar un plan en el que uno de los individuos haga de distracción señalando hacia el lugar contrario al que corre el resto. Es una maniobra arriesgada pues si descubren el engaño será el primero en recibir los insultos.
* Pegar el timbre con cinta adhesiva y luego adoptar cualquiera de las estrategias mencionadas anteriormente.
Decaimiento de la práctica del ring raje
La proliferación de porteros eléctricos, desaprensión por atender a la puerta y el uso de ventanas para cotejar quién llama ha mellado la efectividad del juego y por lo tanto su práctica al perderse el sentido que lo convertía en un juego de riesgo.
El ring raje actualmente se desarrolla en algunas ciudades del interior del país, aunque en menor medida que la década pasada en que se trataba de una práctica habitual por parte de los niños todavía no embelezados por la maravilla de la internet.
Noticias actuales indican que no se ha abandonado el gusto por el juego como lo indica esta aparecida en un diario digital en 2007.
¡¡¡¡RIIIIIIIIIIIIIIING!!!!!
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Crónica de los Precios Bajos
Lo cierto es que desde su apertura, todos los sábados el local que intenta ocupar el rol de supermercado de barrio, amanece totalmente destartalado: la mercadería por el piso, desparramada, objetos rotos, góndolas caídas...
"Lo más extraño de todo -asegura Luis, frecuente del Bar el Bardo, lindero del autoservicio- es que nunca se llevan nada: las únicas pérdidas son producidas por objetos rotos y mermas de los productos".
"El primer sábado pensé en muchas cosas: una broma pesada, intento de intimidación, incluso no descarté algún movimiento sísmico" nos cuenta Roque Gutiérrez, propietario del negocio. Lo cierto es que consternado decidió pasar el día acomodando el local que ya había preparado algunos días atrás.
Para la semana siguiente contrató a un sereno, el cual ocupando el perímetro del edificio, tenía la tarea de evitar posibles intromisiones no deseadas. Tamaña sorpresa causó al Sr. Gutiérrez (y tamaño despido al guardia) el hecho de que el siguiente sábado el local volvió a amanecer totalmente patas para arriba.
"Estaba completamente desesperado" nos comenta Gutiérrez, con voz cansada. Y no era para menos: una vez más el supermercado se encontraba en un mar de naranjas rodando por el piso, litros de desodorante para piso volcado y una buena cantidad de carteles quemados. Sin embargo, no parecía faltar nada más allá de lo roto.
Al tercer sábado, Gutiérrez decidió quedarse él mismo del lado de adentro del local. No confiaba en nadie luego de los sucesos pasados. Llegó al negocio diez minutos antes del cierre (alrededor de las 21.50) y se ubicó cómodamente en la sección revistas, en donde hojeó ansiosamente una Anteojito del año 93. Pasaban los minutos y Gutiérrez seguía allí, sentado en la misma reposera de playa, con los ojos abiertos de par en par: nervioso, con algo de miedo y expectante de aventura.
Lo que pasó, Gutiérrez aún no se lo explica. Recuerda haber estado todavía en el mismo asiento, en el mismo pasillo (desde el cual podía ver casi en su totalidad el local) hasta alrededor de las 23.45, cuando de repente creyó sentir un leve pinchazo en la parte posterior de su brazo e inmediatamente se sintió extraordinariamente cansado. Confundido, intentó incorporarse y recuerda haber caído de bruces al piso, en donde se quedó dormido segundos después.
La mañana siguiente Gutiérrez despertó con los primeros rayos del sol y para su frustración pudo ver como el local nuevamente se encontraba en ruinas. Lo habían dormido, quien fuera que haya sido, lo había tomado por detrás y se habían deshecho de él para obrar una vez más con total tranquilidad.
Esos días vieron a Gutiérrez más decidido que nunca: se propuso que nunca más le sucederían cosas de esta naturaleza y de inmediato inició acciones extremas. Contrató de inmediato a un escuadrón de seguridad conformado por cuatro hombre armados especialmente preparados en espionaje y un detective privado de renombre en la región: el Dr. Pingsdorf.
Aunque el gasto en este servicio le haya costado a Gutiérrez más pérdidas aún de las ya existentes, el viernes por la noche dejó el local con la sensación de que el equipo que dejaba en el lugar le daría una gran satisfacción la mañana siguiente.
Gutiérrez se dirigió a su casa, cenó con su familia de muy buen humor y hasta sintonizó su programa de música clásica preferido. Estaba muy confiado. Y muy equivocado.
Cuando llegó el sábado a las 6.30 de la mañana, Gutiérrez sintió como el alma le caía abruptamente al suelo. Por las ventanas transparentes del negocio distinguió cuatro fornidos cuerpos caídos en el suelo del local y el mismo desorden de siempre. Corrió hacia la puerta, la abrió rápidamente y se dirigió sin escalas a los guardianes desmayados. Tardó diez minutos en despertarlos y sólo obtuvo testimonios de incredulidad: habían sentido al mismo tiempo pinchazos y habían caído dormidos.
Gutiérrez no lo podía creer, lo habían burlado una vez más. Y de repente algo le vino a la cabeza: el detective.
Los guardias decían no haberlo visto luego de entrar al local, y como no lo conocían, no se molestaron en establecer ningún tipo de relación con éste.
Gutiérrez buscó a tientas por todo el desorden la figura de Pingsdorf, al que esperaba también dormido en algún rincón. Pero no. No estaba en ningún lado. Llamó a la casa del detective, y nunca había llegado allí. Preguntó a los vecinos y nadie supo decirle nada. Daba la impresión de que había sido tragado por la tierra.
Una vez más poco a poco, con la ayuda de su familia y de algún que otro vecino solidario, Gutiérrez se dispuso a ordenar el local ese sábado por la tarde. Estaban por terminar cerca del horario de la cena cuando debajo de una góndola, Gutiérrez vislumbró un artefacto cuadrado. Estiró su brazo para alcanzarlo y con esfuerzo lo logró. Era un grabador de voz y tenía en la parte de abajo una etiqueta con el nombre de Dr. Pingsdorf en él. Con lentitud, abrió el artefacto y encontró un cassette en el interior del aparato. A la misma velocidad rebobinó la cinta y apretó el botón de play.
Empezó a escuchar lo que parecía el seguimiento de la investigación llevada a cabo, con la voz de Pingsdorf relatando cosas como "Son las 23.15, estoy dentro de las casas para perros, los guardias vigilan, área despejada" ó "23.25, no hay novedades, toda el área está limpia". Gutiérrez escuchaba con atención lo que parecía una tranquila pero severa vigilancia. Pero todo cambiaría de repente.
"Son las 23.59, sigo en la sección mascotas, dentro de una casa para perros. Todo tranquilo, pero... ¡momento!... Veo algo, avanzan unos... ¿baldes? Si, unos baldes y unas sogas vienen marchando hacia... acá! Creo que me vieron, pero, ¿cómo puede ser? ¡Van por sí solos!...¡No, suéltenme! ¡No! ¡Noooo!"
Gutiérrez quedó pasmado. La cinta se cortaba inmediatamente después de las súplicas de Pingsdorf. Le pareció increíble el solo hecho de estar considerando que los objetos de sus supermercado se movieran por sí solos. Pero admitió, a su vez, que era hora de rendirse. Al día siguiente regaló todo lo que quedaba dentro del local y abandonó el negocio.
"Pasaban cosas raras en lo de Gutiérrez, pasaban cosas raras", nos dice nuevamente Marta, la vecina del barrio Chirola.
viernes, 24 de octubre de 2008
Mal puntuado
El siguiente es un fragmento de introducción conocido como mal puntuado, el cual pertenece a la obra "El acto en Banania" contenida en el espectáculo Viegésimo aniversario.
Los críticos recién comenzaron a apreciar las obras de Mastropiero cuando ya era grandecito...cuando ya eran grandes hitos en la historia de la música. Por ejemplo, un conocido crítico se resfrió... se refirió... se refirió a Mastropiero. Punto. Con esto termino... con éstos términos... le falta el... con estos términos... no le han puesto... ¿cómo es?... arriba de la "t"... ahí... a veces se borra... ¿cómo es?... la diéresis, no tiene... Mastropiero se ha creado fama de artista espiritual pero come todo... pero con métodos... con métodos pocos, claro... con métodos poco claros. Podríamos llegar a admirarlo siempre. ¿Y cuándo tomaremos? ... siempre y cuando tomáramos... tomáramos en cuenta su tenaza... su tenaz ambición. Tenaz, en el medio no hay nada, ambición. En los más prestigiosos foros internacionales en que estuve excitado... en que estuve he citado muchas veces ¿eh? ... muchas veces he citado el fracaso de su operación... el fracaso de su ópera "Sión y el judío era antes"... "Sion y el Judío errante", que se basaba en una vieja leyendo ebria... en una vieja leyenda hebrea. ¡Me di cuenta enseguida! ¡No podía ser! ¡Ebria va con "h"! Siempre dije que dicha ópera fracasó porque no muestra los sexos, dos... los dos sexos... no muestra los éxodos de dicho pueblo, y por eso Mastropiero soportó ¡ha batido un huevo!... soportó abatido un nuevo fracaso. Por esos días Mastropiero enfrentó grandes problemas: chocó con la bici... con las vicisitudes más adversas. Por entonces conoció a los Condes de Freistadt, y cuando ya no podía más sacudió a la condesa... acudió a la condesa. Ella lo conectó a Mastropiero con el agregado cultural de la embajada de la República de Banania. Aquí termina la anécdota, pero él te mató. ¡Da vía, da!. ¡Pará!. Más. Pero el tema todavía da para más. Esto es, todo esto... todo esto es ... todo es... Esto es, todo... todo, esto, ese, todo eso es. Éste todo, ¡Oh!, ¿qué es esto?, éste se, éste se, todo eso se, eso se tostó, se... ese seto es dos, dos tes, dos, eso es sed, esto es tos, tose tose toto, o se destetó teté o est ... ¡Ahh..! ¡Esto es todo!
viernes, 17 de octubre de 2008
En mi barrio también se consigue
En el seno de esta comunidad convivimos personas de diferentes orígenes, que por cuestiones del destino (y del infortunio) terminamos viviendo en conjunto. He hablado anteriormente de la organización política de mi barrio, pero en estos momentos de crisis económica internacional, ni siquiera lugares como Cuba o la Casa de Gran Hermano pueden mantenerse aislados a sus consecuencias; es por eso que quiero hablarles del mercado del barrio, en donde se plasma cada acción invertida en el Dow Jones.
El Mercado de mi barrio está compuesto por una amplia gama de pequeños puestos que comercializan cada uno, diversos productos pertenecientes a los sectores primarios productivos. Gracias a éstos mercaderes que nos abastecen, buscando además una mínima proporción de lucro en su actividad, podemos mantener un cierto orden económico, sin dejarnos influir por la cruel economía de mercado liberal. Sin embargo hace un tiempo que no entendemos nada, y con ésta gran crisis que vemos en la tele, mostrándonos imágenes de señores calvos agarrándose la cabeza desesperados mientras miran un tablero electrónico, cada vez sabemos menos.
Según Don Pancho, el verdulero, los accionistas yanquis están "re cagados" y sacan sus acciones de las empresas industriales y ésto hace que bajen las bolsas. Ante esto se levanta Doña Raquel, la florista, que le dice que deje de robarle las violetas y principalmente que deje de hablar vanamente sobre cosas que no entiende, que el valor de la bolsa no nos perjudica en mucho, que lo importante es el producto en sí. A continuación empiezan a volar zapatillas de contrabando, cortes de novillo y alguna que otra botella de detergente.
Pero en el medio del caos, la voz de la experiencia y la sabiduría se hace oír: el Señor Hernández, vendedor de libros usados, y según se dice graduado en filosofía, alza su discurso sobre todo murmullo.
"Esto, dice Hernández, es una más de las recurrentes crisis cíclicas del capitalismo, una crisis de subconsumo, de sobreproducción, de desequilibrio entre la demanda y la oferta".
Ante esto, el resto de los comerciantes optan por irse tranquilos a sus puestos, alentados básicamente por la certeza de que no van a entender nada y por el hecho de que tanta discusión no garpa la cuenta de la luz. Sin embargo, el Conserje del Mercado, que alguna que otra vez jugó al Estanciero y sin querer leyó el suplemento Economía del Clarín porque no encontraba el de Deportes, se acerca hacia el puesto del Sr. Hernández, a fin de profundizar en la opinión de éste.
El conserje avanzó tímidamente hasta el local (sobre todo porque al haber no encontrado el suplemento deportivo aquella vez, había decidido expropiárselo al vendedor de libros) y se detuvo enfrente al anciano Sr. Hernández, que limpiaba la tapa de un polvoriento tomo de "El Capital". Ante la presencia del conserje, Hernández no esperó preguntas y continuó su argumentación. "Es simple, enfatizó, al haberse tornado una competencia entre grandes empresas que abarcan procesos productivos de todas las ramas, y al haberse invertido grandes cantidades en capital fijo y menos en consumo y en salarios, lo que hace bajar a su vez el consumo de los trabajadores, se crea una gran diferencia entre la amplia oferta de productos y la poca demanda de éstos en el mercado, lo que hace que bajen los precios, haya pérdidas, baja de tasas de ganancias, cierre de empresas, quiebras de bancos y subas enormes del desempleo".
El Conserje, que a esta altura pensaba que mejor hubiera sido quedarse limpiando su oficina, no supo más que pronunciar un ahogado "Se va todo al carajo". Hernández rió: "Si, igualmente esto ya ha pasado varias veces, y lo más probable es que luego de tocar fondo todo se vaya recuperando, pero con un nuevo líder, ya no con la hegemonía Estadounidense".
El conserje rebalsaba de interrogantes, y entreveradas las fue largando: ¿Para qué el salvataje?¿Otro líder, quién? ¿Qué va a ser de nosotros? ¿A quién sentenciaron Bailando por un sueño?...
El señor Hernández ahora no rió, se limitó a mirar pensativamente a la cara estupefacta del conserje y luego dirigió su vista a un póster de Maddona que tenía colgado en su negocio. "Ehhh... el savataje es para que no se llegue a extremos, es más, señor... los líderes podemos ser nosotros, Argentina, pero necesitamos también hacer salvatajes financieros, poner plata todos, de otra manera, ¿cómo vamos a hacer para vivir como nos merecemos? Es más, reúna urgentemente a todo el mercado, necesitamos consensuar nuestras medidas... y por favor fíjese en la guía el teléfono de ticketek, muchas gracias".
El conserje, que por un lado no entendía nada del salvataje, pero lo consideraba imprescindible y por otro lado se había quedado con la intriga de quién había sido nominado en Showmatch, rápidamente efectúo las acciones mandadas por Hernández.
Ya reunidos, el vendedor de libros de segunda mano les explicó a todos el panorama económico y llegaron al acuerdo de reunir entre todos una suma apropiada para el salvataje económico del mercado barrial: 650 pesos, dos polleras tutú y seis latas de red bull, lo cual, según explicó Hernández, pasaría a sus manos y sería invertido en donde el considere sea conveniente. Dijo además, que tenía la certeza de que si se transmitían sus ideas podíamos imponer desde Argentina un nuevo modelo económico más fuerte y justo, y que un país que había inventado inflaciones tan bajas, bolígrafos tan lindos y muertes por caída en la bañera con el detalle de disparos en la nuca, podía ser el seno de cualquier otra invención extraordinaria.
El ánimo del mercado, y del barrio en sí fue entonces de un optimismo generalizado, y mientras todos se retiraban a su casa, incluido el Señor Hernández, que se retiraba cantando "Like a Virgin" con una bandana de Maddona en la cabeza; supe, una vez más, que me encanta este sistema capitalista liberal, en el que el Estado no debe intervenir para garantizar el pleno empleo y el desarrollo natural del mercado, que traerá la prosperidad y el progreso, la igualdad de oportunidades y la felicidad; ahora, por favor que intervenga cuando nos mandamos cualquiera y necesitamos algún que otro billón de dólares para tapar algún huequito y que los misters Sociedad Anónima no se enojen.
Ah, me olvidaba, los nominados del bailando son la Guercio, De Melo, Santillán y Fassi, ¡wow!.
viernes, 10 de octubre de 2008
Consejos útiles para ser un buen estudiante
Lo que sucede señora —responde un jóven mientras escribe un graffiti en el que se lee: ¡Viejas eran las de antes!— es que los tiempos han cambiado, o mejor dicho, el tiempo es el mismo pero quienes hemos cambiado somos los jóvenes y con nosotros nuestras costumbres ¿me interpreta?. Ésto ha generado un nuevo modelo de estudiantes con valores diferentes a los viejos...a los viejos valores.
El Rincón del Gordo Morcilla, en su deformador carácter....ehh en su carácter de formador, acerca estos consejos a todos los niños ávidos por aprender....bueno a todos los niños.
Hoy: Consejos útiles para ser un buen estudiante
a. Disculpe señorita, no es que me olvidé de hacer la tarea, sucede que sufrí una falla de software que repercutió en la pérdida de datos en mi disco rígido lo cual me impidió llevar a cabo los deberes pertinentes.
b. Yo no pude hacerla porque el planeta Marte esta alineado con la 5ª luna de Venus y Horangel dijo que este suceso es propicio para romper con la rutina, y como usted nos da tarea todos los días...
— Nunca desestime un buen libro o curso de criptografía. Pueden resultar muy útiles a la hora de hacer machetes.
— No se moleste en tener ideas propias. Las del docente son palabra santa y al fin y al cabo es quién pone las calificaciones.
— Fingir hipoacusia es una buena forma de disimular el uso de auriculares que conectados al reproductor de mp3 permiten escuchar los apuntes oportunamente grabados. Esta técnica requiere mínima capacidad actoral, pero eso sí, debe ser cuidadoso en mantener el personaje durante el tiempo que se encuentre en la escuela, no vaya a ser que algún inoportuno se entere y lo buchonee.
— Hacerse amigo de la persona correcta es algo que puede reportarle múltiples beneficios así como hacerse amigo de la incorrecta le puede acarrear numerosos dolores de cabeza.
— No ingerir bebidas alcoholicas previo a las clases. Si bien puede ser una experiencia interesante, es altamente contraproducente: está científicamente comprobado que las exposiciones de los docentes aumentan los dolores de cabeza producidos por la resaca.
— Si su hermano u hermana mayor iba a la misma escuela que usted...
...y era un buen alumno: repita siempre cuan parecido es a él.— Un buen desempeño en el primer trimestre es crucial para aliviar presiones en los dos siguientes. Es un hecho que los dos últimos están dedicados a tomar recuperatorios a aquellos que les fue mal en el primero.
...y era un revoltoso incurable: cámbiese el apellido.
Hasta la vista...babies...
sábado, 4 de octubre de 2008
¿Cholulo yo?
El texto que les traigo es del maestro Alejandro Dolina, sacado sin dolor de alguna revista sin mucho renombre. Y más allá de cualquier juicio de valor, es simplemente arte. Allá va.
Elegía para una raza en extinción
Vindicación del cholulismo
por Alejandro Dolina
Hubo una época en que a la gente le costaba distinguir entre la vida y obra de sus ídolos. Cruzarse con el astro favorito era más importante que el casamiento de un hijo. Después, el romanticismo comenzó a morir. Y mientras los investigadores deciden si fue por causas naturales o por asesinato, el autor de las siguientes líneas inicia el rescate de los cholulos. Para jugar, para gozar del arte o para asombrarse ante lo mágico, siempre es indispensable condescender a una amable seriedad. Los chicos disfrutan intensamente sus diversiones, precisamente porque se las toman en serio. Por el contrario, el escepticismo, el cinismo y la morbosidad analítica pueden dejarnos fuera de muchos deliciosos entretenimientos. Ninguna obra artística podría interesarnos si no aceptáramos de antemano creer en lo que se nos cuenta, aunque sepamos que es falso. Pensemos en el teatro: si uno razona que el hijo moribundo, la madre desesperada y el traidor asesino no son más que individuos fingiendo, difícilmente pueda encontrar emoción alguna.
El conocido racionalista de Flores, Aquiles Fabregat, que no comprendía estas cosas, solía asistir al cine Fénix de la avenida Rivadavia. En lo mejor de la película, cuando las viejas lloraban por las desventuras de Arturo de Córdova, Fabregat explicaba en voz alta que todo era ilusión óptica y que el drama que el público creía ver no era otra cosa que una serie de fotografías proyectadas por una lente. Después, trataba de impartir elementales nociones acerca del funcionamiento de la retina, aspecto que -por lo general- desarrollaba mientras lo echaban a patadas. Quiero decir con todo esto que para vivir ciertas experiencias se necesita un poco de ingenuidad. No es que uno postule el pajueranismo intelectual de los abribocas que se desmayan ante las puertas giratorias. Pero es evidente que la perpetua demostración de perspicacia acaba por confinarnos en un mundo insípidamente real.
Así, en los últimos años han desaparecido entrañables costumbres populares, solamente porque las personas se sienten demasiados astutas para ejercerlas. Ya no se dan serenatas. Nadie se disfraza. Nadie escribe con el dedo en los vidrios empañados. No se juega a la escondida. Nadie se asusta con las películas de terror. En medio de este engrupimiento general, no es de extrañar que haya disminuido la cándida admiración que antes despertaban los artistas, los deportistas y las figuras famosas. Cholula era un personaje de historieta, no demasiado popular, cuya característica era la demasiada atracción por las estrellas de cine. Con el tiempo, los periodistas empezaron a llamar cholulos a todos aquellos que manifestaban tendencia a deslumbrarse ante la fama. A mí me parece que el remoquete encierra mucho desprecio.
Y denuncio que su uso se extendió cuando ya los cholulos estaban en minoría. Antes de eso, cuando todavía existía esta desagradable palabra, el cholulismo conoció su momento de auge. Los artistas no eran entonces personas de carne y hueso, como se nos miente ahora. Tenían categoría de semidioses. Los actores no podían salir a la calle sin producir un batifondo. Alberto Castillo y Jorge Vidal obligaban a cortar el transito. Las señoras comentaban los romances de Zully Moreno o Laura Hidalgo como si fueran asuntos de interés nacional. Cuando Isabel Sarli asistía a los estrenos, sus fanáticos se esmeraban para terminar de desnudarla. Haberse cruzado alguna vez con Miguel de Molina era un episodio más conmovedor que el casamiento de un hijo.
Cierto es que algunos astros lamentaban la intimidad perdida. Al parecer, les resultaba imposible ejercitar cualquier actividad -aun las más personales- sin ser ovacionados por la multitud. A veces la gente no alcanzaba a distinguir los límites entre la vida y la obra artística de sus ídolos, cosa que -de paso- constituye el ideal del romanticismo. Cuando las compañías radiales de Héctor Bates salían de gira por los cines, los actores que hacían los papeles de malvados debían soportar los insultos y los coscorrones de un publico ingenuo y justiciero. Tanta arrebatadas expresiones no siempre fueron hijas del caos y el amontonamiento. Algunos fanáticos ordenados procuraban encauzar el entrevero y darle forma institucional. Así nacieron los clubes de admiradores. Las tareas cotidianas de estas instituciones son para el que escribe un absoluto misterio. Sin embargo, puede adivinarse que repartían fotografías, que mantenían correspondencia con las revistas y hasta es posible que existieran comisiones destinadas a conseguir prendas y recuerdos de la figura amada. Cabe imaginar la instalación de vitrinas para exhibir corbatas, botones, medias, camisas, zapatos, guantes, mechones y calzoncillos de origen estelar. No todos los clubes habrán sido iguales. Pedrito Rico o Palito Ortega deben haber inspirado entidades poderosísimas. Humildes serían las instituciones para exaltar a Lalo Fransen o a Adolfo Pérez "Pocholo".
Organizarse en grupos para admirar es -nadie lo dude- propio de espíritus nobles y desinteresados. Así lo entendió el polígrafo y pensador de la calle Artigas, Manuel Mandeb. el hombre, cautivado por la generosidad de estas iniciativas, resolvió -como siempre- ir un poco más lejos. Así surgió el Club de Admiradores. Como su seco nombre lo señala, la entidad no propugnaba ninguna admiración particular, sino una actitud admirativa general y filosófica. Noche a noche, los socios se reunían para maravillarse ante cantores, guardavallas, sastres, héroes, santos y bandoleros. Se admiraba la claridad de una luna, el color del último vagón de los trenes de carga, las carambolas de Ezequiel Navarra, el olor de las panaderías y el diseño mágico del siete de oros. El club de Mandeb desapareció por sus propósitos demasiado amplios y por la falta de pago del alquiler de sus oficinas.
Los Refutadores de Leyendas, que odiaron siempre a los cholulos, eran más proclives al rechazo que a la exaltación. Con toda insidia promovieron la fundación de clubes rechazantes, que muy pronto prosperaron en la ciudad. El Club de Rechazantes de Antonio Prieto, sin ir más lejos, organizaba reuniones en las que se proferían toda clase de denuestos contra el cantor chileno. Muchas veces los socios asistían a los recitales para silbar o sencillamente para no aplaudir. Los Refutadores siempre han creído que el rechazo es señal de inteligencia. Hoy en día se tropieza a cada paso con personas que se reputan lumbreras en virtud de su disgusto por Héctor Larrea. Y, en rigor de verdad, hay profesionales y pensadores que fundamentan su carrera en el sistemático rechazo a cualquier cosa.
Pero volvamos a los buenos cholulos. Un deporte que practicaron con tenacidad fue la caza de autógrafos. Esta disciplina encuentra soporte en el error de confundir a las personas con su firma. Como quiera que sea, los cazadores de autógrafos existieron y existen en todo el mundo. A principios de siglo la firma de Bernard Shaw se cotizaba en 50 libras. Se cuenta que Shaw liquidaba sus deudas entregando cheques por sumas inferiores a esa cantidad. De este modo, nadie se presentaba a cobrar al banco: era más negocio vender los cheques como autógrafos.
En nuestros días asistimos a un nuevo cholulismo: El de los intelectuales y el de los funcionarios. Por supuesto que esta gente no persigue a los cantantes de boleros. Mas bien se amontona en torno a los escritores y políticos, particularmente si son extranjeros. Lejos de criticarlos, me atrevo a saludarlos. Junto a las pelandrunas que siguen a Menudo, son los últimos admiradores ingenuos que nos van quedando.
Pese a estas expresiones tardías, presiento que el cholulismo es una causa perdida. Mala señal es avergonzarse de los sentimientos. Mala señal es apostar al aburrimiento de los sabelotodos. Mala señal es el temor al ridículo. Porque quien teme al ridículo está perdido para toda acción heroica.
viernes, 26 de septiembre de 2008
Serie: Los Juegos del Ayer. La Escondida
Fue mi intención intentar recordar alguno de aquellos juegos de la infancia y sus características principales, porque como dicen por ahí: todos llevamos un niño interior adentro nuestro.
Requiere un mínimo de dos participantes, a saber: el escondido y el buscador. Sin embargo, el número ideal para la competencia es 23 personas. Puede practicarse con mayor cantidad de participantes, pero la competencia se vuelve muy larga y los que han finalizado primero se aburren y se van a su casa.
El funcionamiento del juego es aparentemente sencillo aunque contiene una innumerable cantidad de características y variables que lo hacen sumamente difícil de explicar: un individuo es sorteado para ser el buscador (Para ello se recurre a numerosos artificios: palitos de diferentes tamaños, de tin marín, pin..., chocolate con maní, pata sucia o el sorteo del loto). Una vez seleccionado el buscador, éste se apoya contra el pido (puede recibir otros nombres) cual si fuera Quico llorando y cuenta hasta un número no menor a 50, previamente acordado. El resto de los participantes aprovecha ese momento para elegir un sitio adecuado como escondite que le permita acceder al pido en el momento justo y así salvar su pellejo. Una vez terminada la cuenta, el buscador se dispone a buscar al resto de los participantes y en cuanto descubre a alguno se lo hace saber al grito de piedra libre (o pido) para Marquitos que está atrás del auto de doña Berta mientras se dirige hacia el pido a fin de validar la acción y poner a Marquitos fuera de juego. El juego termina* una vez que son descubiertos todos los escondidos. Sin embargo, puede suceder que algún escondido haya llevado a cabo su tarea con éxito y no sea descubierto por el buscador, quién al alejarse del pido puede sufrir una adversidad al notar que un escondido ha aprovechado su momento de distracción y correr alocadamente hasta llegar al lugar indicado y gritar con júbilo: ¡¡PIDO!! y verse así exonerado de ser el buscador en la siguiente competición.
* En realidad el juego no termina. Es, si así lo quieren los jugadores y siempre que se mantenga el mínimo de dos participantes, infinito. Usualmente se interrumpe abruptamente cuando interviene alguna madre anunciando que es la hora de comer o ir a dormir porque al otro día se va a la escuela. El final del juego no existe, puede ser interrumpido pero no existe un momento en el cual se pueda afirmar que el juego ha terminado, puesto que se trata de un juego cíclico. Sin embargo, para comodidad de la exposición se utiliza el verbo terminar.
miércoles, 17 de septiembre de 2008
Guía para Cortar Parejas
Se trata de algo que, según pude ver, no se consigue fácilmente: una guía de pasos y consejos mediante los cuales un ser ajeno a alguna relación amorosa pueda interferir en dicha pareja y precipitar el fin de un noviazgo o semejante.
En dos palabras: mandar a cagar al novio de la mina que te gusta. O a la novia del tipo que te calienta.
Hago un par de aclaraciones, no menores. Uno: no está comprobado empíricamente, a falta de voluntarios y de ánimos de mi parte de sufrir agravios físicos (por parte del novio). Dos: tampoco es para abusar, de funcionar, no usarla más que en aquellos casos en que uno no soporte ver a su persona amada junto a otro/a. No da ir por la vida jodiendo a las parejas felices por el sólo hecho de ser infeliz uno mismo. Tres: valen todo tipo de sugerencias, modificaciones y aportes complementarios que se le puedan ocurrir. El tiempo nos juzgará.
Ahora sí, la Guía para Cortar Parejas:
Ante nada, el tercero (vos) tiene que adoptar una postura inocente y poco visible. Hágase el pelotudo. Escóndase atrás de los árboles, escuche atrás de las puertas y esa clase de cosas de espía.
Es importante, asimismo, tener una buena base de datos teóricos, esto es, información competente de la pareja a romper: pasado, conflictos, diferencias, lazos, puntos débiles. Una fuerte base teórica es imprescindible para un buen plan de acción.
Paso Primero: Creación de discordias
En esta etapa, el tercero debe tratar de insertar (como si fuera un accidente) la semilla de la discordia en la pareja. Es aquí cuando se hace necesario tener conocimiento de la historia de la relación. Ejemplo: Poner una foto de la ex del flaco en su mochila o nombrar al pasar (de ser posible mandar a que otro lo haga) a alguna de las infidelidades que puedan haberse sucedido en el pasado.
En realidad no importa que caso en particular elijamos, se trata sino de imponer en el seno de la pareja la cizaña, el conflicto, la mala onda. No es necesario crear un drama monumental, para eso vienen los pasos siguientes.
Precaución: Averiguar bien la posible reacción de la pareja ante las tácticas a utilizar. No conviene, por ejemplo, hablar de una infidelidad que haya tenido el novio si ésto posibilita una reacción de unión dentro de la pareja, por motivos particulares. Para brutos: no le nombres a cualquier trola a la novia en el caso de que esto tenga un efecto contrario al esperado: que le haga acordar las épocas duras y la una afectivamente más al novio.
Paso Segundo: Cascoteo del rancho
Esta etapa es simplemente la agravación de la primera. Se trata de tomar medidas más fuertes, de realmente poner piedras en el camino de la pareja, de tirarle chinches a las gomas del auto del amor. Ok, flashée.
¿Qué hacemos? Nos hacemos amigos del novio, o contratamos a un tipo para que se haga amigo y que lo emborrache y lo lleve de putas. Es sólo un ejemplo, señora, no se me escandalice. Le hacemos una cámara oculta a lo Graña con un travesti. Le enseñamos a la mina chistes feministas para que le cuente a su novio. Cosas jodidas, capaces de crear rencor y hacer volver fantasmas del pasado.
Precaución: No arriesgar demasiado su integridad física y psicológica. Por eso el uso de intermediarios: no le conviene ser usted el que esté con el celular filmando actos obscenos, a riesgo de que alguno de los protagonistas se percate de su presencia y no le agrade. Siempre hay gente que vende su voluntad de trabajo por el pago de alguna contraprestación; dale, buscá que hay gente para todo.
Paso Tercero: El Enroque
Es decir, cambiar una ficha por otra. Bah, si querés. Lo primordial es sacar la que está, después si se quiere y si se puede (ya vendrá la Guía para Unir Parejas, cuando aprenda cómo) usted podrá acercarse a el/la flamante soltero/a.
A esta altura, como mínimo tiene que haber un quilombo importante en la pareja, cuestión de que ambos de hayan planteado la separación y de que subsistan silencios incómodos entre ellos.
Aquí es momento de dar el golpe maestro. Aquí también, si tiene huevo, puede actuar usted.
Manténgase cerca, siga tirando piedras al rancho y cuando vea que se pudre todo, salte del árbol del que está colgado e interpóngase en el conflicto, como tropa de paz, como defensor de la paz, del amor. Flashée otra vez.
La cosa es que hay que estar listo para tomar una posición ventajosa luego del corte, del momento crucial. Ser el que tiene plata en el boliche la noche en que ella sale a ahogar sus penas y a desquitarse. Ser la chica fácil la noche que el... sale.
Precaución: Tenga cuidado, no se vaya a meter en el medio cuando se están reconciliando. Corre un riesgo de humillación bastante alto, el cual puede reforzar aún más la pareja y la posibilidad de que usted sea agredido.
Si va a pelear por el amor de su amada/o, tenga en cuenta una serie de factores físicos lógicos. No es mala idea aquí tampoco recurrir a una ayuda externas: algún ejército de patovicas ayudantes.
Bueno, esta es la guía. No creo que sirva, no creo que nadie crea que sirva. Pero tal vez sea el consuelo de algunos, quién sabe...
Hasta luego...
viernes, 12 de septiembre de 2008
Receta para una sopa de cebolla
En el párrafo siguiente se explicita las características distintivas que presenta este grupo, conformado por personas de entre 1 y 100 años de edad:
* Pelo largo (hasta la cintura aproximadamente), atado con numerosa variedad de colitas, rodetes, colas de caballo, peinetones coloniales, etc.
* Remeras de algodón, cuello redondo de mangas largas o cortas, dependiendo a la condición climática imperante.
* Pantalones oxford de colores discretos.
* Se los suele observar sacando fotos al paisaje que los circunda, aunque esto no es excluyente para pertenecer a la colectividad.
* Escuchan música altamente original, interpretada con algo nunca visto: instrumentos que emiten sonidos, e incluso a veces se emplea más de un instrumento a la vez.
* Tienen nombres de los más extraños, como: Lucas, Gerónimo, Florencia, Esteban, Romina o Clodomiro.
Al parecer estos individuos mantienen actividades algo sospechosas:
Hacen reuniones en unos edificios amplios, llenos de estanterias en las que descansan una especie de álbum de fotos pero que en vez de fotos poseen algo que ellos llaman palabras y las reuniones consisten en que los diferentes asistentes tomen uno de estos álbumes y se dediquen a contemplar las palabras una tras otra, así hasta finalizar. Lo más curioso es que al finalizar de contemplarlos se suelen suscitar diálogos entre los asistentes en algo que ellos han denominado críticas y que consisten en decir lo que han observado en los álbumes.
Otras veces se juntan en otros edificios conformados por muchos asientos apuntando a una especie de tarima en la que se situan, a veces uno, otras veces más, individuos que portan los ya mencionados instrumentos que emiten sonido y provocan la música altamente original que se explicita más arriba.
Hasta aquí el fragmento del informe que hemos podido rescatar. Estamos a la espera de nuevas informaciones al respecto de esta nueva pseudo-secta que repetimos se ha dado en llamar bloggers.
Nos despedimos hasta mañana en una nueva emisión de Noticias Estelares....
sábado, 6 de septiembre de 2008
NAda de naDA
Hay días en que uno no tiene ganas de nada. Simplemente eso, y nada más. Hoy, por ejemplo, yo no tengo ganas de nada.
Acabo de llegar de la gran ciudad, en donde mucha gente vive sin ganas de nada, como si la vida fuera nada. Gente que transita las calles con caras de nada, y choferes de colectivo que suspiran y miran la nada. Nada nuevo, nada raro, pero nada al fin.
Creía que en un principio nada de esa nada me iba a obstruir mi vivir, mi pensar activo; pero fallé: nada me importa mucho hoy, porque no tengo ganas de nada. Y a los que dicen cualquier cosa como que "nada es mucho", o "nada es depende de quién lo vea", no les diré nada, porque no saben lo equivocados que están. Sólo me digo a mí mismo, y también a los demás: nada es nada, y nada más.
miércoles, 27 de agosto de 2008
Fauna barrial
Pero lo que me interesa recordar en este momento es quizás lo más importante que compone el barrio: sus habitantes. Son ellos los que le dan su estatuto de vecindad, los que mediante sus relaciones lo conforman y lo definen, más allá de cualquier ley o delimitación geográfica hecha por el Estado. El barrio está en el sentimiento de pertenencia de cada uno a un lugar, un sentimiento de arraigo a aquel lugar en donde transcurre la mayor parte de nuestras vidas y que si alguna vez sufrieron la experiencia de haber tenido que mudarse experimentaron una sensación de nostalgia por aquello que no vamos a ver más todos los días.
Cuando uno recuerda el barrio en el que vivió de chico, siempre vienen a la memoria los momentos vividos y las infinidades de situaciones que se nos presentaron pero uno también recuerda a aquellos que componían el lugar, cada uno con una particularidad que hasta a veces le hacía ganarse un nombre especial. Y es a ellos a quiénes me interesaría recordar en este momento y compartir con ustedes y quizás, ¿por qué no?, se sientan identificado con alguno, sea porque en su barrio había alguien similar o porque ustedes mismos eran alguno de ellos.
La vieja que no devuelve la pelota: Una anciana de nombres tan estrafalarios como Élida, Clementina o Rubelinda, de años innumerables y carácter agrio. Tenía hábitos muy hogareños, casi no salía de su vivienda y siempre que una pelota caía en su patio había que considerarla como perdida. Ningún integrante de la banda de vagos se animaba a intrusar el terreno para rescatarla y mucho menos a tocar a la puerta de la vieja para pedírsela.
La banda de gurises: grupo de lo más heterogéneo, conformado por los menores del barrio. Sus actividades favoritas eran jugar al fútbol en la canchita, a la escondida, al ring raje y otros entretenimientos ya olvidados por las generaciones más jóvenes después de la incursión de tanto playstation, gameboy, x-box y demás artefactos similares. Éstos eran terriblemente odiados por la vieja que no devuelve la pelota.
El/La Chusma o chismoso: Una suerte de Rial que se sabía todos los quilombos y enredos del barrio e incluso se enteraba de ciertas situaciones antes que los mismos protagonistas. Para estar al tanto de todo utilizaba técnicas de las más variadas: Pasarse una mañana barriendo, pero siempre la misma baldosa; estar siempre pegado a la ventana, aunque con la prudencia de tener el televisor o la radio prendidos para aparentar estar atendiendo a otra cosa; o provocar rumores que luego necesiten ser desmentidos develando la verdad.
El chorro: Ladrón de poca monta que vivía jactándose de sus hechos delictivos. Estaba colgado de cuanto servicio fuera posible: cable, electricidad, teléfono. De igual manera, seguía manteniendo cierta entereza al no desarrollar su tarea dentro del mismo barrio.
El borracho: Si bien la bebida era común en muchos habitantes del barrio, había siempre un individuo que se destacaba por su costumbre de ingerir cantidades descomunales de bebida en el bar del club. Solía ser un personaje simpático, siempre y cuando no se tornara violento.
El deportista: Sujeto que estaba todo el día vestido con un conjunto deportivo y una pelota o raqueta en la mano.
La mina que le gusta a todos: Los integrantes masculinos de la banda de gurises se sacaban los ojos por intentar conquistarla pero ella andaba con un gil de otro barrio.
La familia numerosa: padre, madre, abuelo, tía, ocho hijos, dos nietos y un bisnieto, todos viviendo en un dúplex de tres habitaciones.
Otros integrantes:
El médico
El remisero
El policía
El albañil
El hombre que repara cualquier cosa
viernes, 22 de agosto de 2008
Cuestión de Gustos
Ya es hora de desmantelar otro mito, señores. Eso de que "gustos son gustos" y de la diversidad de opiniones, tiene su parte oscura y mentirosa. Se cree justamente que esta frase la inventó un señor casado con un travesti.
No me van a decir que alguien que lee Coelho, escucha Villanos o se come los mocos tiene la misma calidad de gusto que quien degusta una novela de Dickens, escucha una Orquesta Sinfónica y come un rico postre Dannete de frutas del mar rojo.
Sin embargo, hemos de distinguir los diferentes niveles o clases de gustos personales, mediante los cuales tendremos una pauta de cómo tratar (o evitar) a las personas según sus preferencias.
He diseñado una clasificación de 5 grupos:
*El distinguido, u "otro salmón rosado para la mesa 5": Como su nombre lo indica, aquella persona que se destaca entre la mugrosa multitud por sus gustos refinados y adecuados para ingresar a la Alta Sociedad francesa del siglo XIX. Gusta de comidas caras, de bebidas importadas y de autos elegantes, aunque le disgusta manejar y la concentración de gente, por lo que recurre a lugares selectos, en donde encuentra sólo gente de su nivel. Prefiere la música clásica y vacaciones en alguna playa perdida del índico.
*El imitante o "uhmmm, está biennn, otro vaso de ese vino de 100 dólares": Es aquella categoría en la que encontramos gente que aspira a ser una persona distinguida, imitando (aún a su pesar) gustos de alta calidad. Algunos nuevos ricos, por ejemplo, o excéntricos artistas esporádicos. Si bien les gustaría mucho más un rico asado, comen canapés con caviar y melón, toman daikiris de frutas exóticas y prefieren apostar a los caballos antes que ir a verlos a algún partido de polo, que es en definitiva lo que están condenados a hacer.
*El grasa de millón o "¿No habrá un smoking adidas?": Donde encontramos a la peor clase imaginada de adinerados, aquella propia de los raperos norteamericanos o los futbolistas que emigran a Europa. No se molestan por ocultar su mal gusto, y piden un choripan en una cena de etiqueta. Visten ropas deportivas mal combinadas y llevan una gran variedad de accesorios de metales preciosos entrelazados. Tienen casas monumentales, con artefactos que no saben usar y más autos que neuronas.
*El discreto, o "me conformo con no ser el payaso de la fiesta": Aquí encontramos a la persona que no ostenta demasiado, y que prefiere el perfil bajo ante todas las circunstancias de la vida social. Esto puede ser aburrido, pero resulta bastante seguro. Viste como lo haría la mayoría, canta sólo los temas que le gustan (pero en voz baja) y prefiere actividades al aire libre y de clase media. No busca grandes lujos pero le gustan algunos objetos de comfort doméstico. De vacaciones va a la costa, a perderse en el mucherío.
*El impresentable o "Marta, pasame el Viceroy mojado ese de abajo del ropero": No es que no sepa que es un tipo de pésimo gusto: no le importa. Ama cruzarse al kiosko del Pepe y quedarse tomando Termidor Rosado mientras canta canciones de La Banda del Lechuga, o discutir con los vecinos acerca de la eliminación de Bailando por un sueño. No combina ni la pintura de las paredes y no entiende de ningún deporte que no tenga pelotas.
Aclaro como siempre que las clasificaciones son tipos ideales y que no son empíricamente observables (al menos en situaciones normales), pero dan un gráfico bastante preciso de los comportamientos de cada persona.
Hay diferentes posturas que adopta una persona ante otra de diferente gusto: hay quienes optan por un papel cómplice o quienes simplemente se burlan. Por último, quiero remarcar una curiosidad: puede que efectivamente sean los de peor gusto tanto el grasa adinerado como el impresentable, pero son los más sinceros con respecto a él, y los que menos ocultan su real entretenimiento.
Ahora sí: SOBRE GUSTOS SÍ HAY ALGO ESCRITO.
miércoles, 13 de agosto de 2008
¿Qué significan las caritas del messenger?
Preguntas profundas si las hay. Los científicos no logran ponerse de acuerdo en una respuesta. Mientras los investigadores del prestigioso MIT sostienen que es una forma fiel de expresar las emociones que durante miles de años los escritores intentaron reproducir mediante palabras, los más conservadores estudiosos pertenecientes a la Universidad de Cambridge dicen que son una forma de bajeza intelectual donde las emociones están prediseñadas en cómodos íconos, suponiendo un límite a la capacidad expresiva de un ser humano.
Como no queríamos ser menos, el tema fue propuesto al Real Consejo del Centro de Estudios de Todo Tipo Gordo Morcilla y aprobado en la ultima sesión del mismo por unanimidad.
El resultado del estudio arrojó el siguiente resultado:
Nos los integrantes del centro de estudios Gordo Morcilla, reunidos en Congreso General Excluyente por voluntad y elección de las áreas que lo componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de hacer un estudio racional, afianzar el saber, consolidar la paz interior, proveer al saber común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios del conocimiento para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran ennoblecer su espíritu; invocando a la protección de Bill fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos las siguientes definiciones para los íconos del messenger.