viernes, 30 de enero de 2009

2 años, 2 personas...un blog. De yapa: un fragmento de Secretos Vaginales

Un día como hoy, bueno no sé si como hoy, capaz que estaba lloviendo, es cierto que Cristina todavía no era la presidente, los Estados Unidos nunca habían tenido un presidente negro, Bailando por un Sueño iba por su segunda temporada, Maradona se la pasaba viajando sin mucho que hacer (eso es casi igual ahora), el fotolog era una moda incipiente y tantas otras cosas distintas. Lo único que se repite es la fecha: 30 de enero, fecha de fundación del Rinconcito del Gordo Morcilla. Por eso, con dos años de vida podemos decir que estamos creciendo: ya sabemos caminar más o menos bien, no nos cagamos a cada rato y estamos aprendiendo a decir nuestras primeras palabras.

Normalmente dedicaríamos este post a decir lo que hemos hecho en el año que pasó, lo que nos gustó, lo que no, algo de lo que vendrá. Contaríamos anécdotas, u alguna otra cosa alusiva (palabra típicamente usada en los actos escolares) al día que nos compete. Pero como nosotros nos jactamos de remar contra la corriente, y tratar de no seguir la generalidad, dedicaremos este post a cualquier gilada que se nos ocurra.

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No creo que ninguno de ustedes (des)atentos lectores recuerden pero hace un poco de tiempo, fue mencionado un libro de capital importancia para cualquier biblioteca que se precie de ser completa: Secretos vaginales, la vida del famoso ginecólogo Alberto Concha y Toro. [Aquí el post en cuestión]. Como cortesía del doctor Concha y gracias a su generosidad publicamos aquí una parte de, al parecer de los críticos más renombrados, el mejor libro biográfico de 2008.

El Doctor Alberto Concha y Toro se mudó a la Argentina en 1945, en plena época de auge peron ista. Es más, el doctor, fue íntimo amigo del general luego de conocerse en un baile brindado por el Colegio Militar de la Nación. Concha y Toro había empezado a trabajar en 1946 en el Hospital Militar como jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia. Al doctor le fascinaba contar sus anécdotas sobre la reacción de sus pacientas al presentarseles. Contaba que nunca fue bien recibido que al entrar por la puerta de una embarazada dijera: Buenas tardes señora, soy el doctor Concha. Dígame que os pasa.
La enfermera Graciela Roth contaba que era muy gracioso oír las historias de parte del doctor, con esa acentuación española y voz grave que lo caracterizaba.

Alberto Concha y Toro hizo casi toda su carrera en la Argentina, luego del hospital militar pasó a dirigir el hospital Posadas y más tardes se mudó a la Ciudad de Paraná donde se desempeñó como director del hospital San Martín. Cuentan los que todavía se acuerdan del doctor Concha que él era muy aficionado a la pesca y solía pasarse horas en su lancha a motor recorriendo arriba y abajo el Paraná en busca de algún pez que sucumbiera ante sus anzuelos. Solía frecuentar el bar Flamingo, en la típica esquina de Urquiza y San Martín y tomar su clásico café cortado con dos de azúcar y tres medialunas. Algunos otros recuerdan al doctor con su porte europeo recorriendo las calles del centro, siempre fumando cigarros de olor penetrante y la mirada perdida en el suelo, como buscando monedas de un peso.

Sin lugar a dudas el acontecimiento más importante del doctor Concha y Toro fue su presencia en la Guerra de las Malvinas como jefe de cirugía (sí, sabemos que él era ginecólogo, pero era tan buen médico que lo llevaron igual).

Hasta acá el fragmento del libro Secretos vaginales, la vida del famoso ginecólogo Alberto Concha y Toro. Si quieren el libro pueden comunicarse con nosotros, en el rincón tenemos 50 libros del doctor que usamos de pisapapeles.

Saludos...

viernes, 16 de enero de 2009

Como Pancho por su Casa

El dicho "como pancho por su casa" es utilizado generalmente para denotar la comodidad o familiaridad de alguna persona al moverse en cierto lugar. Sin embargo, como muchas de estas frases, posee un origen que ha quedado sepultado a través de su repetición a lo largo de más de medio siglo. Por eso, los invito a indagar en la historia de esta frase y del hombre que yace tras ella.

Francisco Portsucaxá nació en Bilbao el 3 de enero de 1935. En un mundo en plena guerra, y bajo el régimen fascista de Franco, España no era un lugar donde abundaran las libertades personales de los ciudadanos. Francisco se crió en el seno de una familia de rebeldes vascos: sus padres llevaron la batuta en las manifestaciones de liberación de la época, muchas veces poniendo en juego el pellejo por sus ideales. Tal vez por la tendencia liberal y revolucionaria que lo caracterizaba, Pancho (adoptó el apodo establecido para su nombre) se destacó por la desenvoltura en todos los espacios de la vida pública. Ya a los 9 años de edad el pequeño Pancho recorría las calles de su barrio, charlando con sus vecinos y haciendose conocer por su falta de timidez y su carisma.

Dos días después de haber cumplido 14 años, Pancho recibió una noticia que cambió su vida sustancialmente: sus padres, María Olarticorechea y Anaut Portsucaxá habían fallecido a causa de un choque del coche que los trasladaba a ellos y a un par de militantes independentistas más hacia Madrid. Nunca se pudo comprobar si la tragedia fue accidental o un golpe planeado; lo cierto es que desde ese momento el joven Pancho, como se lo conocía en las veredas de Bilbao, tomó protagonismo y siguió el sendero de liberación que tantos años había recorrido su familia. En tan sólo cuatro años ya había formado y presidido el Movimiento Juvenil Nacionalista Vasco, a través del cual su carisma lo catapultó a la fama en su región.

Cuando cumplió veinte años, y ante las continuas negativas del gobierno español a ceder la independencia a Euskadi, Pancho decidió recorrer otros países y valerse de otras experiencias que lo ayuden a planear una estrategia para llevar a cabo su tarea, la que consideraba la razón de su existencia. De esta manera, Pancho Portsucaxá emprendió un viaje que lo llevaría a conocer a grandes personalidades y fascinantes vivencias. Quedará para la posteridad la anécdota de su llegada en junio de 1955 a México, en dónde se asentaría en una pensión lindera a la casa en dónde residía un tal Ernesto Guevara, apodado "el Che". Si bien Pancho había oído algunas historias acerca de movimientos de liberación, bastaron un par de semanas para que se hagan frecuentes en el bar del barrio, entre discusiones acerca del imperialismo y de los planes de expansión norteamericanos y su apoyo al régimen franquista. Los primeros días de Julio, Fidel Castro, recién llegado de la Cuba apaleada por la cruel dictadura de Batista, conoció a Pancho y al Che, y unos días después les ofreció participar del "Movimiento 26 de Julio", el cual presidía y tenía como objetivo derrocar a Batista. Guevara entró como médico, mientras que Pancho decidió mantenerse al margen para no confundir su rumbo, sin embargo, se ofreció como colaborador en los planes del movimiento y de sus representantes. Fueron meses en los cuales decidió la forma de su lucha y definió sus ideologías. Llegó a hacer grandes amigos y a adentrarse mucho mejor en sus ideas revolucionarias, siempre manteniendo su perfil libre y desvergonzado, características que sus camaradas cubanos resaltaban y admiraban de él. La primera semana de junio de 1956, Pancho emprendió su vuelta a Europa, despidiendose de los integrantes del movimiento, que serían arrestados por la policía mexicana algunos días después por planes conspiratorios. Años después Pancho festejaría la Revolución Cubana llevada a cabo por sus compañeros, quienes lo recordarían siempre con cariño.

La segunda parte del año 1956 encontraría a Pancho Portsucaxá en Budapest, capital de la por entonces Hungría dirigida por un gobierno estalinista. Se asentó en un barrio de estudiantes, cerca de la universidad, en dónde bullía un gran descontento con las decisiones provenientes del gobierno del Partido Comunista. Una vez más pudo con rapidez hacerse de amistades que enriquecerían su experiencia y que, a su vez, serían enriquecidas por la suya. El pueblo húngaro latía bajo el mismo compás, bajo el mismo ideal. Pancho permaneció solo 4 meses en Budapest, marchandose a mediados de octubre. Una semana después de su partida, el pueblo húngaro salía a las calles a manifestarse, en una revolución que fue duramente reprimida por el Partido Comunista y donde las fuerzas policiales se llevarían la vida de tres mil civiles.

Recorrió, durante dos años más, todo el continente europeo y parte del norte africano. A cada lugar al que iba accedía a nuevas formas de expresión y en todos se destacaba por sus ya dichos atributos de carisma y desenvoltura. Al fin volvió a su país el día de su cumpleaños número 24, recibido por sus hermanos con una gran fiesta.

Durante los siguientes años, Pancho militó activamente en el Partido Nacionalista Vasco, llegando a ser una figura pública de gran envergadura y muy querida por el pueblo vasco. En 1969, para confirmar la tendencia ascendente de su personalidad, fue llamado a la Casa de Gobierno Madrileña a pedido del mismísimo Francisco Franco, invitado a participar de una reunión para "limar asperezas". Dicen quienes presenciaron tal reunión, que Pancho Portsucaxá no aceptó ninguno de los términos de relativa apertura que le ofrecieron, y que durante toda la reunión paseó continuamente por la sala, haciendo que los casi treinta asesores del gobierno lo sigan con la vista. Al conocerse este hecho, surgió la moda de decir que alguien era "como Pancho Portsucaxá" cuando rondaba sin vergüenza por algún lugar extraño, o si se movía con mucha desenvoltura en cualquier circunstancia ajena. Con el paso del tiempo y el traslado a otras regiones del mundo, la frase mutó a "Como Pancho por su casa", denotando las mismas singularidades en una persona.

Pancho murió de un paro cardíaco en 1978, un año antes de la firma del Estatuto de Gernika, del cual fue artífice indiscutido y en el cual se plasmaron muchos de los reclamos que llevó a cabo durante toda su vida. Hoy el pueblo vasco sigue peleando por su independencia absoluta, y cada vez que se nombra a Pancho Portsucaxá, o se dice "como Pancho por su casa", en algún rincón del cielo se prenderá una luz que ilumine el sendero de lucha y revolución.




Pancho Portsucaxá
1935-1978
QEPD

miércoles, 7 de enero de 2009

Consejos útiles para el verano

Volvemos a la cotidianeidad habitual luego de haber brindado por una sarta de idioteces que jamás cumpliremos, de haber experimentado nuevamente la indescriptible sensación de terminar un año y empezar otro, de haber comido pan dulce hasta el punto en que no sabemos distinguir entre una fruta confitada de una fruta abrillantada, de saber que tendremos que esperar un año entero para comer nuevamente ese magnífico lechón al horno y tantas cosas que sólo ocurren por estas latitudes temporales.

Así que ahora doy por comenzada la temporada 2009 del rinconcito, por lo visto hasta ahora, sin ningún tipo de cambio ni del orden ideológico, ni político, ni en cuanto a la situación monetaria. Y ya que estamos en verano y hace calor les propongo comenzar con mi sección favorita, la siempre bien recibida:

Consejos útiles para personas inútiles

Hoy: Consejos útiles para el verano

Con la llegada de enero a nuestros almanaques comenzó el verano propiamente dicho, porque si bien en los papeles figura que la estación estival comienza el 21 de diciembre, esto es nada más que un mero capricho científico que siempre quieren que todo esté ordenadito y sea lógico. El verano comienza de derecho el 21 del 12 pero comienza de hecho en el momento en que el primer veraneante pone un pie en las gélidas aguas marplatenses. Ahora sí, una vez acomodados los tantos doy paso a los consejos prometidos:

* No se fíe de los elásticos de los trajes de baño (mallas en criollo), la más leve ola (incluso de río) puede provocar la irremediable caída de los mismos a la altura de los tobillos. Para los señores es recomendable un buen calzoncillo abajo del short (¡ojo! no se ponga el de trompita ni áquel de los elásticos colgando); para las damas una tanga extra es algo prudente, ahora sí no me parece muy sensato el uso de dos corpiños encimados, en ese caso tendrá que correr el riesgo de hacer topless involuntario.

* Las propagandas de cerveza que muestran a un grupo de jóvenes bañandose cómodamente en las aguas de un mar cristalino y apacible, con música ganchera y mujeres hermosas...son todas una farsa montada por los creativos publicitarios. Y lo menos creíble de todo es que la cerveza se conserve a la temperatura ideal dentro de las conservadoras de mala muerte que todos tenemos en nuestras casas.

* El bronceador es su principal aliado frente al adelgazamiento de la capa de ozono y el asadito es su peor enemigo ante el engorde de la capa de grasa abdominal.

* Las piletas de los clubes son muy convenientes a la hora de refrescarnos pero tenga cuidado, hay ciertas contraindicaciones a tener en cuenta:
  • Tirarse de cabeza en la parte playa puede hacerle ganar algunos puntos...en la frente.
  • Hay una fácil ecuación para saber si la cantidad de orina vertida por los más chicos puede llegar a ser perjudicial para su salud: V/(1/2l x C) = O; dónde V = volúmen de agua de la pileta; 1/2l es la cantidad promedio vertida por un individuo; C = a la cantidad de chicos; y O es la proporción de orina en el agua.
  • El cloro suele ser abundante, trate de exponer sus ojos el menor tiempo posible a la acción del mismo, de lo contrario tendrá serios problemas auditivos.
* Las lluvias veraniegas suelen ser tan fuertes como cortas, así que no salga corriendo como un tarado al primer chaparrón, es probable que en dos minutos el Sol parta la tierra nuevamente.

* Olvídese de meterse en las aguas de alguna de las playas de la ciudad (consejo válido sólo para la ciudad de Paraná).

* Los doctores son muy insistentes en el verano con la recomendación de tomar abundante líquido, pero siempre se olvidan de agregar que el líquido produce ganas de vistar el sanitario más frecuentemente, algo necesario para no contraer infecciones urinarias, esto es, no se aguante, haga (la campaña de promoción urinaria No se aguante, haga es auspiciada por la Secretaría de Salud de la Nación, por el Consejo Nacional de Médicos Urólogos y por la compañía de mobiliario para el baño Ferrum).

* El aire acondicionado es un fiel aliado a la hora de mitigar las altas temperaturas pero tenga cuidado de no cortar la cadena de frío. Una vez que estuvo en un ambiente acondicionado no salga inmediatamente al tórrido clima exterior o sus orificios nasales se verán obstruídos en cuestión de horas.


Hasta aquí los consejos veraniegos, seguro que hay más, si quieren aportar escucho ofertas. Por lo pronto voy a cambiar el agua de la palangana en la que remojo mis pies mientras escribo estas líneas...

Saludos...