Falacia de la Doble Falta

Tal vez sea yo. Debo ser yo, no creo que tanta gente se equivoque; pero no lo sé. No me convence.
No me convence que un partido esté en contra de un proyecto que fue utilizado por sus últimos representantes, y que fue base de la política económica de fines de la década del 80.
Tal vez sea yo que entiendo mal, o sea ilusión mía que haya pibes revolviendo las bolsas de basura que yo saco a la calle. No debe ser muy importante, porque a nadie de los que protestan parece molestarles. Tal vez el verdadero sentido sea vivir por uno y para uno.

Tal vez me esté volviendo anticuado, pero creía que la libertad era la cualidad de uno de hacer valer su independencia, de ser libre e igual a los demás. Debe haber cambiado.
Me debo estar equivocando, pero creía que tenía el derecho a transitar, sin pedirle permiso a nadie, por nuestras vías públicas. Creía que tenía derecho a que el alimento llegue a mi y que nadie podía aspirar a obstruirle el paso. Pero no, debo estar mal otra vez, porque si esos señores tan educados ponen sus camionetas por sobre la ruta, deben tener razón. Porque ¿a quién le importa, en realidad, que el pibe revise en la bolsa de uno, mientras uno tenga bien guardadita la camioneta? ¿A quién le importa que el otro no pueda trabajar, estudiar o simplemente disfrutar debido a las rutas cortadas, mientras uno tenga para comer de sobra? Creo que no debe importar mucho, por lo menos acá. La libertad de esos señores se basa en la no libertad de los demás, pero se la deben merecer. Porque se levantan a las 6 de la mañana. ¿Cómo podríamos ser tan injustos con gente que se levanta a las 6 de la mañana? ¿Cómo podríamos ser tan críticos con personas que nutren de granos redondos a los chanchos chinos, lo cual puede que lleve a que éstos reconozcan el nombre "Argentina"? ¿Cómo no podría uno estar de acuerdo con que la bandera sea utilizada como sinónimo de un reclamo particular (pero totalmente justo y popular)? ¿Cómo se atreven otros grupos que no apoyan estas demandas a cantar el himno, siendo tan claro el incompromiso con sus símbolos patrios?

Sería hasta ilógico no apoyar a un grupo que siempre se muestra dispuesto a ayudar a los demás, y a actuar de manera conjunta, creciendo hombro a hombro. Ahora uno piensa que tal vez era mejor como presidenta alguna otra señora que tenía el "voto de los capaces", es decir esos señores y todos los que apoyamos su causa.

Porque cuesta pensar, parece, pero las comparaciones crecen, y la falacia de la doble falta está sellada en cada día.
Porque estas retenciones no tienen sentidos, no son como las retenciones del 2001, cuando la oposición de hoy (arrepentida, pobre) retenía el 15% del sueldo a los jubilados. Pero claro, los jubilados no se levantan a las 6 de la mañana, seguramente. Y no tienen la tarea tan honrosa y desinteresada de darle de comer por unos pocos euros a quien quiera pagar sus producto. Porque ellos tienen la ardua tarea de plantar y fumigar sus semillas. Porque tienen que romperse las manos talando los molestos bosques, para que la tierra que no sirva más sea suplida por otra nueva. Otra tierra que es seguramente legítima de ellos.

Sí, por favor, no metamos en la misma bolsa a los pequeños productores: ellos son los héroes. Porque ellos se levantan no a las 6, sino a las 5.30 y no tienen las cuatro por cuatro más modernas de todas. Es más, creo que deberíamos juntar cosas para ellos. Todos: los jubilados, yo, vos, el pibe que da vuelta las bolsas. Hagamos una vaquita para ellos, porque gracias a ellos nosotros vivimos tan bien como vivimos, y ellos lo hacen sólo porque tienen esta misión divina.
Y si en algún momento pensás que esto no debe ser así, y que estaría moderadamente bueno que el pibe que da vuelta las bolsas esté en la escuela, o que todos tengamos posibilidades medianamente similares... no te confundas, estás equivocado, como yo lo estaba

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Y también recordá que el pobre es pobre porque quiere, y el pibe chorro roba porque le gusta. Que el que no va a la escuela lo hace porque es vago y si no tiene para comer, es sin duda culpa suya, por vicioso y malviviente.