miércoles, 24 de junio de 2009

No rompan las bolitas

Si usted es un asiduo lector de El Rinconcito del Gordo Morcilla habrá notado que hemos publicado una columna denominada: Serie: Los Juegos del Ayer, en dónde nos hemos encargado de recuperar algunos datos sobre aquellos juegos que practicábamos cuando eramos pequeños. Han desfilado ya por estas líneas La escondida (que no es una chacarera de Peteco Carabajal), el Ring-raje y La rayuela, tres de los más conocidos juegos infantiles.

Ahora bien, pasemos a lo que importa. En la lista de arriba es obvia la faltante de algunos otros juegos más: el tigre congelado, el elástico, la manito, etc. Pero creo yo que es más que claro cuál es el juego más importante de los que todavía no habían merecido una entrada en este espacio, sí señores, me refiero a la vieja y querida bolita. Bolillones, piojines, porces, de menti, de verdi, opi, todas palabras que traen hermosos recuerdos de infancia. Sin embargo, y a esto apunta todo lo que se viene diciendo, catalogar a la bolita como un juego del ayer no parece ser correcto. En primer lugar tengo conocimiento de pequeños diablos que todavía practican este milenario entretenimiento y aún más destacado es lo que les voy a contar a continuación.

Como ustedes podrán observar en mi perfil de blogger, soy ciudadano de Paraná, Entre Ríos. Por lo tanto, es lógico que me dedique a enterarme de las noticias que importan a la ciudad a través de los diferentes portales y medios de comunicación. Uno de los lugares que visito frecuentemente es el sitio propio de la municipalidad, que si bien peca (como todo medio manejado por los gobernantes) de un oficialismo demasiado notorio, es una buena fuente de datos sobre los quehaceres municipales. Justamente estaba leyendo las últimas noticias publicadas en el portal cuando me encuentro con esto (lean, aunque más no sea el título y el copete y después vuelvan). ¿Listo?, perfecto, continúo con la exposición.

Es muy probable que se les haya escapado una sonrisa al leer el título de la nota. Lo mismo me sucedió a mí, y fue esa sonrisa lo que me incitó a escribir toda esta sanata. Ya no podía apelar al recurso de escribir sobre eso que añoramos y recordamos con amor y nostalgia, criticando la aparición de la televisión y la internet como culpables de la desaparición de esas prácticas lúdicas; ya no podía hacer una apología por el retorno a estos juegos, me había quedado sin argumentos para mantener el estilo de la columna Los juegos del ayer.

Pero (al contrario de como decía Porky): "Esto no es todo amigos". Si leyeron la nota habránse enterado de que este certamen clasifica a uno de nivel nacional y éste a su vez a uno de carácter internacional. Está bien, estarán pensando (quizás) que hacer un Campeonato mundial de bolitas es como muy exagerado. ¿Lo creen? Miren acá y después me cuentan.

Ahora, ustedes pensarán (quizás) que este campeonato es una improvisación, una locura, una pelotudez, una ñoñada. Es probable, pero no quita el mérito a quiénes intentan disfrutar sanamente. Sólo espero que no se generen barrabravas dispuestos a introducir bolitas en sus contrincantes cuál si fueran supositorios o arrojarse bolillones hasta que alguno caiga muerto dentro del opi.

Para aquellos interesados les dejo un sitio para visitar: www.asociacionbolita.com.ar (oiga, ¿pensaba que eran unos improvisados?).

Ahora sí, como diría Porky, "Esto es todo amigos".

sábado, 20 de junio de 2009

Para papá, de don Capitalismo

Como para ilustrar el post anterior (las diferentes formas de robar cuando no tenés nada que poner en el blog, y se te va haciendo tarde), y aprovechando la celebración del día del Padre en nuestro país, he realizado una profunda y exhaustiva investigación (mentira) para traerles algunos de los spots publicitarios más graciosos relativos a esta fecha. Son publicidades nacionales, recientes, y casi todas pertenecen a empresas de telefonía. En fin, ahí van:













Errar es humano. Nosotros somos muy humanos.

domingo, 14 de junio de 2009

10 formas de llenar un post

Como sabrán, debido a la quiebra de una empresa inmobiliaria en los Estados Unidos, estamos en una época de crisis, la cual alcanza cualquier ámbito de la humanidad y entre ellas la esfera de las ideas que también escasean o tienen precios exorbitantes. El Rincón del Gordo Morcilla, en su afán de ayudar al prójimo y en clara solidaridad con nuestros compañeros bloggers se ¿complace ? en presentar estas 10 formas de llenar un post cuando se han quedado sin ideas:

1- Hacer una reflexión sobre el propio blog, destacando el amor que uno le pone en hacerlo a pesar de que no lo lean ni 12 personas, y que por equivocación alguien comente alguna vez.

2- Tomar uno de los miles de tests de psicología barata que andan pululando por ahí en la web, por ejemplo ese en que hay que responder a una serie de preguntas con las canciones del reproductor de música.

3- Hacer "homenajes" a grandes del humor publicando monólogos, discursos, diálogos u otros escritos de su autoría con la excusa de que no se tienen mejores ideas y que lo que se muestra es algo imperdible.

4- Hacer un recuento de las búsquedas más absurdas, bizarras y en algunos casos terroríficas que hacen aquellos que llegan al blog por medio de google, yahoo, altavista, etc.

5- Publicar un post viejo con la excusa de que ha quedado muy olvidado en lo profundo de la lista de entradas del blog.

6- Reseñar los temas de actualidad uno por uno agregando cosas descabelladas entre ellas y terminar diciendo que a pesar de todo eso no se les ocurrió nada sobre que escribir.

7- Tomar una serie de imágenes graciosas, como ser carteles raros, bichos raros, tapas de discos raras y otras cosas raras. Ponerles un título y luego una expresión al lado de cada una del estilo de: ¡Qué loco!, ¡Puajjj!, etc.

8- Tomar una nota de cosas totalmente irrelevantes, como ser consejos para afeitarse y escribir comentarios irónicos al lado de cada inciso.

9- Recurrir a encuestas de dudosa relevancia y claramente poco productivas sobre trivialidades del estilo de: ¿cuál es tu canción preferida?, ¿de qué color creés que debería ser la bandera de tu provincia?, ¿cuántas veces aparece Nazarena Vélez en la tele durante una semana? de la que deriva la pregunta ¿la tele es una basura?.

Espero que de ahora en más no tengan problemas con los días en que las ideas han decidido viajar a una playa caribeña y dejarlo a uno con la horrible tarea de tener que llenar un post ante las amenazas de muerte pronunciadas por los fervientes y numerosos lectores de nuestro espacio.

jueves, 4 de junio de 2009

El Consultorio del Dr. Vázquez

El doctor Vázquez paseaba por su oficina, tratando de recordar qué era aquello que le había pedido su hijo para el cumpleaños. Juguetes, pelotas, películas pasaban por su cabeza, pero no lograba acordarse del presente que su hijo esperaba para el viernes próximo. El doctor Vázquez es psicólogo, y atiende en su oficina situada en el centro de la ciudad a muchos personajes célebres de nuestra sociedad. Un segundo antes de que el doctor optara por claudicar en su intento de rememoranza, su secretaria golpeó la puerta y anunció que se siguiente paciente esperaba ser atendido.

-Que pase- pidió Vázquez serenamente.

Un momento después, cruzaba el umbral una figura imponente. Su musculoso cuerpo iba vestido como de costumbre: pantalones y remera de un naranja brillante, el mismo color de sus gafas; un gran cinturón plateado y unas relucientes botas azules. Llevaba además, una fina capa blanca, que le daba un aspecto profesional. El gigante paciente estrechó la mano al Dr., dejando ver una profunda congoja en su cara.

-¿Cómo está, Mister Músculo?- interrogó el doctor.
-Y... he estado mejor,- respondió el paciente, al tiempo que se ubicaba en el diván- últimamente me he sentido bastante discriminado, incluso bastardeado.
-Ya hemos hablado de ésto, Mr., creí que habíamos quedado en que en tanto usted crea que su labor aporta al bienestar de la gente y a su felicidad, no debe importarle el qué dirán- replicó el doctor.
-Sí... - contestó Músculo- el tema es que ya no sé si es esto lo que me hace bien. ¿Qué tal si ya no me gusta tanto andar corriendo por el mundo, auxiliando a las amas de casa con sus problemas de limpieza? ¿Qué pasa si creo que en realidad mi aporte a la comunidad es tan superficial que daría lo mismo que no lo hiciese?
-Ajá... Dígame, míster, -pidió el doctor- ¿de dónde cree Ud. que pueden haber salido estas dudas, este conflicto que le hizo ver su situación desde esta perspectiva?

Ante esta pregunta, Míster Músculo se incorporó, y cambió su posición lentamente en el diván. Daba la impresión de que tenía muchas ganas de hablar acerca de este tema, pero no sabía de que manera expresarlo sin quedar como un tonto.

-La semana pasada -comenzó Músculo, con un hilo de voz- decidí asistir a la Reunión Mensual de Superhéroes...
-Muy bien...
-Alquilé un elegante traje, obviamente naranja al tono de mi uniforme laboral, e incluso mandé a acondicionar mi auto para asistir al evento de una manera prolija.
-Prosiga
-Llegué puntual, me registré y entré al salón. Había un servicio de lunch muy bueno, e incluso una pista de baile bellísima
-Entonces, ¿en qué radica su problema?
-La cuestión es que... cuando empezaron a llegar los invitados, poco a poco fui quedando aislado. Spiderman me ignoró por completo al pasar a mi lado, Wolverine ni siquiera gruñó cuando le levanté la mano en señal de saludo, y... la Chica Maravilla, que había coqueteado conmigo en las fiestas de fin de año, simplemente hizo como si yo fuera tan invisible como su nave voladora.
-O sea que se sintió ignorado, ¿correcto?
-No es sólo eso: más tarde, cuando me senté en una mesa, con el gemelo fantástico (el cual se había transformado en un rastrillo de plástico) y Aquaman (quién había pedido expresamente que se saque la merluza del menú); empecé a notar cierto aire burlón desde la mesa de enfrente.
-¿Por qué burlón?
-Estoy seguro de haber escuchado la voz de Batman diciéndole al hombre elástico algo acerca de "el héroe de las mucamas" y a continuación la mesa entera estalló en carcajadas. Incluso Fenomenoide, el cual no puede combinar ni las medias, se reía de mi aspecto.

De pronto, Mr. Músculo se detuvo. Podía sentirse en la atmósfera de la oficina un clima de melancolía. No obstante, el Dr. Vázquez sabía de qué manera ayudar a su cliente, entonces fue quién habló primero.

-Dígame, Señor Músculo, -comenzó- ¿piensa usted que su disfraz es ridículo? Limite su respuesta a su opinión, sin importar lo que puedan opinar terceras personas.
-No, de ninguna manera: me encanta mi traje.
-Bien. Primer asunto resuelto: no tiene nada de que avergonzarse de su estilo, el cual le es propio, original de su persona. No escuche críticas de superhéroes que portan los mismos azules y rojos imperialistas, y que no pueden ver más allá de sus paletas de colores.
-Tiene razón, doctor.
-Ahora contésteme, ¿piensa usted que podrían existir superhéroes como ellos, si no hubiera un ambiente propicio para su desarrollo? ¿Cree usted que si Bruno Díaz no tuviera su mansión en orden, en perfecto estado higiénico, podría dedicarse plenamente a su labor social? ¿Acaso se imagina un Clark Kent que deje de lado su profilaxis así como sus refinados modos, para dedicarse sin más a la protección del mundo?
-¡Claro que no, doctor!¡Tiene usted toda la razón!Yo represento la primera etapa, la etapa sustancial del bien: yo hago posible las condiciones materiales en las que se desarrollará el trabajo de ellos. Soy el bien primario que hace posible el bien posterior.
-En efecto. Creo que este tema está resuelto, ¿no lo cree usted?
-Muchas gracias, doctor, muchas gracias de verdad.
-No es nada, por favor.

La sesión terminó. Mr Músculo saludó con un caluroso abrazo al Dr. Vázquez y confirmó su asistencia para la semana próxima.
Y cuando el paciente se retiró, el doctor levantó el teléfono, discó el número de su casa y exclamó:
-María, me acordé: el nene quiere para su cumpleaños el disfraz de Superman.