viernes, 8 de agosto de 2008

La Subestimación del 8

Sí, señores, hoy es 08 del 08 del año 08. Sin embargo, no hay indicios de suicidios en masa, ni mega recitales para salvar al planeta. El número 8 ha sido desestimado a lo largo de la historia, dejado de lado por entre sus números pares (e impares). ¿A qué se debe este injusto hecho? ¿Por qué el 8 no es especial como otros números? Descúbralo en 8, el número olvidado (del suplemento Bobos y bobadas del Diario Crónica)?

8, el Número olvidado

-Es cierto, el 8 no le gusta a nadie- opina Juan Carlos, quinielero de Rosario- es el número menos apostado en todas las quinielas del país-

Lo que dice Juan Carlos se extiende a grandes áreas del mundo: tanto en Asia Meridional como en Oceanía, grande índices de desvalorización acosan a este mal ponderado número.

-Es que el 8 es casi yeta:- dice Alberta, jubilada de Río Cuarto- la octava hija mujer es siempre viuda joven y a las 8 de la noche dan Marley...

Y podemos afirmar que lo que dice Alberta no es casualidad, el 8 está hoy en día tan desprestigiado por un fenómeno de doble acción: por un lado la mala fama propia del mismo; por otro, por la creciente buena imagen de sus competidores.

Tal vez el número que más alegremente se invoca en la vida diaria es el 7, el cual se ha valido tanto de historias, fábulas y supersticiones para elevarse al tope de la fama numérica.

-Son siete los cabritos, siete los enanitos de blancanieves, siete vidas tiene el gato, siete los días de la semana, siete pecados capitales, siete up y siete siete attaque setenta y siete.- proclama Pedro, cantinero de Concordia.

El siete es, para muchos, el número perfecto, el número universal... ha dejado muy desvalorizado a su inmediato mayor.

Pero como si la pena impuesta por su inmediato anterior fuera poco, el 8 ha tenido que vérselas con su hermano mayor, el 9, que a pesar de no tener la misma fama que el 7, ha marcado un estilo: nueve planetas, nueve meses de embarazo, "nueve semanas y media" y Nine Inch Nails.

Otros números también han mostrado destellos distintivos: el 3, relacionado con caracteres divinos, con diversos grupos o clasificaciones tricotómicas, duración de las estaciones del año o colores primarios; el 6, ubicado como número diabólico -pero no por ello menos cotizado-; el 1, como símbolo de la unicidad, la singularidad o la excelencia; e incluso el 0, con ese rasgo misterioso de poder sumar o ser totalmente inservible dependiendo su ubicación.

Todo esto ha dejado muy atrás los intentos del 8 por consagrarse en la sociedad como un número querido, o al menos respetado. Sin embargo, pequeños grupos de personas de diferentes procedencias han profesado públicamente su amor a este olvidado número 8 y esperan poder revertir esta situación desfavorable.

-No podemos admitir que el 8 esté como está hoy día, no señor.- expresa con orgullo Pepe, Presidente de la Cámara Argentina de Amigos del 8 - Nuestro grupo se ha planteado defender incondicionalmente a éste excepcional representante de las tradiciones perdidas a lo largo del tiempo.

-Se ha generado un círculo vicioso:- explica Claudia, vicepresidenta- cuanto más es dejado de lado el 8 por los demás números, más es ignorado para su ocupación en las diversas áreas y sigue siendo cada vez más desplazado.

La Cámara Argentina de Amigos del 8 tiene proyectos claros, aunque nada fáciles de llevar a la práctica: a corto plazo, la implementación del 8 en diversos juegos y actividades como el truco o la payana; a largo plazo la selección de una Octava Maravilla del Mundo y la creación de un billete de ocho pesos.

Es claro que el camino para que el 8 regrese a los planos de la igualdad numérica -entiéndase igualdad entre números- es largo y tortuoso, pero mientras haya gente que crea y tenga esperanza, es posible. Damos por finalizado este artículo citando finalmente un fragmento del prólogo del Estatuto de la Organización Mundial de Defensa del 8, proclamado el 8 de agosto de 1908.

"(...)Y por la igualdad bregamos, por un mundo en que cada persona tenga más posibilidades de elección, en el que no se imponga una única forma de ver las cosas, en el que los dados sean ganadores también cuando suman ocho y donde la perfección del 8 no sea otra que la perfección del infinito(...)"

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