Turismo Non Grato

La siguiente es una crónica del increíble viaje de aprendizaje y aventura de Susana Giménez y el trolamundo Marley.

El viaje por la India del tristemente célebre Marley y la superstar de la tv argentina Susana Giménez no escatimó en incidentes, todos los cuales (gracias a Shiva) pudieron solucionarse.

El día jueves 17 de enero de 2008, a las 9 am (hora local) desembarcó el vuelo que trajo a tierras Hindúes a la controvertida pareja televisiva, acompañado de un serio equipo de producción y de la pareja de Susana Giménez: un ser uruguayo.
Entre las 12 y las 2 pm del mismo día, el set de filmación se trasladó al templo del Taj Mahal, una maravilla arquitectónica con más de mil años de antigüedad. Los conductores subieron a la explanada en la que se erige el edificio, pero por razones de salud física, la señora Giménez prefirió no entrar al mismo debido a la presencia de una decena de escalones, lo cual habría significado un reto que la diva no estaba interesada en afrontar. Aprovechando la distracción del set entero, Marley se habría escapado del lugar, para aparecer media hora después vestido con polleras y el ombligo al aire, en medio de una danza típica, en un pequeño stand de los alrededores.

Esa misma noche, habrían intentado ir a comer a un restaurante en el que se preparaban comidas tradicionales, pero por alguna razón abandonaron el local muy ofendidos. Fuentes confiables aseguran que esto se debió a que Susana se había enojado porque los cocineros se negaban a hacerle un asado con cuero y Marley había tratado de coquetear con uno de los mozos, a lo que éste se había negado argumentando que "ya tenía cuatro esposas y no necesitaba más locas".

El día siguiente el equipo se trasladó al templo del Kamasutra, en dónde la curiosidad hacia las obras artísticas no se hizo esperar. Mientras Susana, alrededor de las 10 am, buscaba alguna cantinita para comer la ración de "media mañana", el uruguayo habría llenado la memoria de su cámara digital uruguaya (o sea, con 5 fotos) con fotos de posiciones amatorias para luego ponerlas en práctica con su cónyuge.
Luego de algunas tomas, alrededor de la 1 pm, se le dio libertad a cada persona -y al uruguayo también- para hacer lo que quieran en el lugar. La mayoría de los camarógrafos y productores habrían recurrido velozmente a baños del lugar, mientras que Marley se internó en una colonia de pavos reales, de la que costó sacarlo a la hora de irse (a eso de las 3pm) por lo difícil de distinguir que se hizo dentro del grupo de animales.

Esa misma noche, a eso de las 8pm, habrían asistido a una función de danzas y exhibiciones de faquir, en el cual Susana habría formulado una pregunta clave: -¿¿¿Y no les duelen los clavos???.

El último día del viaje, el sábado 19, al momento de abordar a la aeronave (Nueva Delhi- Shangai-Seúl-Bangkok-Estambul-Viena-París-Viena-Madrid-San Pablo-Anillaco-Buenos Aires), habrían tenido problemas diversos.
El uruguayo había tenido inconvenientes porque nadie conocía el país del que provenía (-"Urugugaii?"- decían confusos los hindúes), lo cual se habría solucionado con un generoso regalo de Susana a la vigilancia del aeropuerto.
La misma Susana, por su parte, tuvo incidentes al querer subir a la aeronave, primero porque muchos pobladores la seguían a todos lados, argumentando que ella era una vaca sagrada; y al desmentirse esto, surgió el problema de tener que abonar dos pasajes para que pudiera viajar en el avión. Debido a esto, el uruguayo tuvo que pasar a clase turista.

Por último, Marley habría sido demorado por las fuerzas policiales al intentar llevar de contrabando varios kilos de cucarachas de Calcuta, que según él eran caramelos media hora. Por éste último incidente, Susana se negó a seguir sobornando y por ello el carismático conductor tuvo que quedarse en el aeropuerto. Igual a nadie le importó demasiado.

Los mil trescientos millones de hindúes respiran tranquilos: Susana ya volvió a Miami, y Marley... bueno, ¿a quién le importa?