Quiero hacer una denuncia. Las empresas de cosmética fomentan la no higienidad de nuestros niños. Irresponsablemente, en su afán de vender más y más productos (paradójicamente como se verá) los señores Palmolive, Sedal, Gilette, Plusbelle, Head & Shoulders, entre otros, fomentan la no correcta higienización que cualquier menor de 18 años necesita para vivir dignamente.
Si a esta altura de la carta hay algún (escandalizado) lector que todavía no entiende de que va todo esto lo invito a realizar la siguiente experiencia:
1- Tómense 10 (por poner un número) productos que encuentre en su baño: champú o shampoo, dentífrico o dentrífico, enjuague bucal, desodorante —en barra, a bolilla, spray, en polvo, en crema—, jabón, crema facial (alguna de las que usa la señora de la casa), crema de afeitar, loción demaquillante, crema de enjuague y bronceador (todos estos productos a título ejemplificativo).
2- Lea atentamente las etiquetas posteriores de los envases, particularmente con mucha atención en la sección Precauciones.
3- Si usted no es analfabeto habrá notado (y si no lo hizo le cuento) que todas las indicaciones tienen una leyenda en común: Mantenga(se) alejado (del alcance) de los niños.
Ahora bien, estoy de acuerdo en que mantener a un niño alejado de la crema de afeitar (en el caso de los varones, y algunas mujeres) puede evitar heridas innecesarias en aquellos jóvencitos apurados por comenzar con la torturante rutina del afeitado, lo mismo con la loción demaquillante (en el caso de las mujeres, y algunos varones) que puede evitar irritaciones oculares y hasta posibles cegueras tempranas. Sin embargo, no encuentro explicación suficientemente razonable para evitar el acercamiento de los pequeños al jabón o el dentífrico o el champú o el desodorante. ¿Qué deben hacer los niños para higienizarse? ¿deben optar por una vida de roña e inmundicia en consecuencia de la desidia de Palmolive, Sedal, Plusbelle, Lux y demás empresas que —digámoslo de una vez— oligopolizan el negocio de la limpieza corporal? Los gurisitos tienen tanto derecho a mantenerse cercanos al Shampoo Pantene Pro-b con queratina y extracto de kiwi que combate la caspa y la seborrea como a los libros de Ana María Shua o discos de María Elena Walsh.
Por eso desde el Rinconcito del Gordo Morcilla (miembro honorario de la Asociación Defensora de Pobres y Menores) repudiamos abiertamente y a cara lavada a los popes de la industria cosmética y su inentendible afán en la no limpieza de los pequeños diablos, que digámoslo es difícil creer que tenga algun beneficio económico.
Me indigné, chau.
Si a esta altura de la carta hay algún (escandalizado) lector que todavía no entiende de que va todo esto lo invito a realizar la siguiente experiencia:
1- Tómense 10 (por poner un número) productos que encuentre en su baño: champú o shampoo, dentífrico o dentrífico, enjuague bucal, desodorante —en barra, a bolilla, spray, en polvo, en crema—, jabón, crema facial (alguna de las que usa la señora de la casa), crema de afeitar, loción demaquillante, crema de enjuague y bronceador (todos estos productos a título ejemplificativo).
2- Lea atentamente las etiquetas posteriores de los envases, particularmente con mucha atención en la sección Precauciones.
3- Si usted no es analfabeto habrá notado (y si no lo hizo le cuento) que todas las indicaciones tienen una leyenda en común: Mantenga(se) alejado (del alcance) de los niños.
Ahora bien, estoy de acuerdo en que mantener a un niño alejado de la crema de afeitar (en el caso de los varones, y algunas mujeres) puede evitar heridas innecesarias en aquellos jóvencitos apurados por comenzar con la torturante rutina del afeitado, lo mismo con la loción demaquillante (en el caso de las mujeres, y algunos varones) que puede evitar irritaciones oculares y hasta posibles cegueras tempranas. Sin embargo, no encuentro explicación suficientemente razonable para evitar el acercamiento de los pequeños al jabón o el dentífrico o el champú o el desodorante. ¿Qué deben hacer los niños para higienizarse? ¿deben optar por una vida de roña e inmundicia en consecuencia de la desidia de Palmolive, Sedal, Plusbelle, Lux y demás empresas que —digámoslo de una vez— oligopolizan el negocio de la limpieza corporal? Los gurisitos tienen tanto derecho a mantenerse cercanos al Shampoo Pantene Pro-b con queratina y extracto de kiwi que combate la caspa y la seborrea como a los libros de Ana María Shua o discos de María Elena Walsh.
Por eso desde el Rinconcito del Gordo Morcilla (miembro honorario de la Asociación Defensora de Pobres y Menores) repudiamos abiertamente y a cara lavada a los popes de la industria cosmética y su inentendible afán en la no limpieza de los pequeños diablos, que digámoslo es difícil creer que tenga algun beneficio económico.
Me indigné, chau.