Estaba mirando por televisión el partido del fútbol italiano entre Bari y Catania (probablemente el partido de fútbol más aburrido de la historia) y de repente mi fastidio (que llegó a un punto realmente impensado) precipitó la aparición de una idea revolucionaria en mi cabeza. El fútbol, al igual que todo, necesita innovaciones. Y pronto.
En una sociedad globalizada, snob y acelerada por donde se la mire, no puede concebirse que el deporte más popular resigne la posibilidad de acompañar los progresos tecnocientíficos. Ustedes dirán: este tipo está drogado o totalmente loco. Le aseguro que estoy totalmente cuerdo, y es por eso que no temo en mostrarles algunas sugerencias que mandaré hoy mismo a Joseph Blatter, presidente de la FIFA, para que las tenga en cuenta.
Sugerencias para un fútbol moderno
-Los partidos durarán dos tiempos de treinta y cinco minutos, o cuatro cuartos de 18 minutos, a elección de los técnicos al comienzo de cada match. Una hora y media es mucho tiempo: en una hora y media te podés bajar alrededor de siete discos de la Mona Jiménez (un 2% de su discografía) o podés ver hasta tres capítulos de Casados con hijos repetidos por octava vez.
-Si el partido termina 0 a 0, ambos equipos pierden y son multados económicamente, dinero que servirá para reembolsar el valor de las entradas al público que tuvo que soportar el espectáculo. Es inconcebible que veintidós tipos no puedan meter una pelota del tamaño de una cabeza en dos arcos de 7 metros de largo.
-Una jugada lujosa, o que derroche brillo (léase caño de Riquelme a Yepes, o semejante) tendrá el valor de un gol.
-Cuando se comete un penal, el equipo beneficiado con el mismo podrá optar por lanzarlo o hacer expulsar a algún jugador del equipo rival. Podrá irse expulsado cualquier jugador a excepción del arquero, y no tendrá éste ninguna chance de réplica.
-Si un jugador realiza una burrada muy grande, o falla un gol de manera increíble, es retirado del campo de juego por quince minutos, y la hinchada deberá corearle:
"Burro, Burro".
-Si un equipo está siendo goleado y humillado por el rival, el técnico podrá optar por cambiar, de una vez (y por única ocasión) a todos los jugadores que se encuentren jugando el partido.
-El técnico podrá, en el momento en que él disponga, sacar un jugador y entrar él mismo al campo de juego en su reemplazo.
-Si el partido es muy malo, el público estará autorizado a arrojar bombuchas a los jugadores.
-Si un árbitro se equivoca de manera muy grave, también podrá ser abombucheado sin chance de defenderse ni huir.
-Si el público no se comporta pacífica y reglamentariamente, o no alienta como corresponde, podrá ser abombucheado a gran escala por helicópteros especialmente dispuestos para esto.
-Debe haber apostadas en el estadio cámaras especiales para transmitir por televisión cada uno de estos detalles del encuentro.
Apartado
De las bombuchas y el abombucheamiento.
Bombucha es un globo plástico de pequeñas dimensiones preparado para ser llenado con líquido.
En los partidos, las bombuchas penalizadoras estarán rellenas exclusivamente con agua (en estado limpio) y serán llenadas considerablemente (no valen las apretaditas o "africadas", las cuales duelen más).
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