Si usted es un asiduo lector de El Rinconcito del Gordo Morcilla habrá notado que hemos publicado una columna denominada: Serie: Los Juegos del Ayer, en dónde nos hemos encargado de recuperar algunos datos sobre aquellos juegos que practicábamos cuando eramos pequeños. Han desfilado ya por estas líneas La escondida (que no es una chacarera de Peteco Carabajal), el Ring-raje y La rayuela, tres de los más conocidos juegos infantiles.
Ahora bien, pasemos a lo que importa. En la lista de arriba es obvia la faltante de algunos otros juegos más: el tigre congelado, el elástico, la manito, etc. Pero creo yo que es más que claro cuál es el juego más importante de los que todavía no habían merecido una entrada en este espacio, sí señores, me refiero a la vieja y querida bolita. Bolillones, piojines, porces, de menti, de verdi, opi, todas palabras que traen hermosos recuerdos de infancia. Sin embargo, y a esto apunta todo lo que se viene diciendo, catalogar a la bolita como un juego del ayer no parece ser correcto. En primer lugar tengo conocimiento de pequeños diablos que todavía practican este milenario entretenimiento y aún más destacado es lo que les voy a contar a continuación.
Como ustedes podrán observar en mi perfil de blogger, soy ciudadano de Paraná, Entre Ríos. Por lo tanto, es lógico que me dedique a enterarme de las noticias que importan a la ciudad a través de los diferentes portales y medios de comunicación. Uno de los lugares que visito frecuentemente es el sitio propio de la municipalidad, que si bien peca (como todo medio manejado por los gobernantes) de un oficialismo demasiado notorio, es una buena fuente de datos sobre los quehaceres municipales. Justamente estaba leyendo las últimas noticias publicadas en el portal cuando me encuentro con esto (lean, aunque más no sea el título y el copete y después vuelvan). ¿Listo?, perfecto, continúo con la exposición.
Es muy probable que se les haya escapado una sonrisa al leer el título de la nota. Lo mismo me sucedió a mí, y fue esa sonrisa lo que me incitó a escribir toda esta sanata. Ya no podía apelar al recurso de escribir sobre eso que añoramos y recordamos con amor y nostalgia, criticando la aparición de la televisión y la internet como culpables de la desaparición de esas prácticas lúdicas; ya no podía hacer una apología por el retorno a estos juegos, me había quedado sin argumentos para mantener el estilo de la columna Los juegos del ayer.
Pero (al contrario de como decía Porky): "Esto no es todo amigos". Si leyeron la nota habránse enterado de que este certamen clasifica a uno de nivel nacional y éste a su vez a uno de carácter internacional. Está bien, estarán pensando (quizás) que hacer un Campeonato mundial de bolitas es como muy exagerado. ¿Lo creen? Miren acá y después me cuentan.
Ahora, ustedes pensarán (quizás) que este campeonato es una improvisación, una locura, una pelotudez, una ñoñada. Es probable, pero no quita el mérito a quiénes intentan disfrutar sanamente. Sólo espero que no se generen barrabravas dispuestos a introducir bolitas en sus contrincantes cuál si fueran supositorios o arrojarse bolillones hasta que alguno caiga muerto dentro del opi.
Para aquellos interesados les dejo un sitio para visitar: www.asociacionbolita.com.ar (oiga, ¿pensaba que eran unos improvisados?).
Ahora sí, como diría Porky, "Esto es todo amigos".
Ahora bien, pasemos a lo que importa. En la lista de arriba es obvia la faltante de algunos otros juegos más: el tigre congelado, el elástico, la manito, etc. Pero creo yo que es más que claro cuál es el juego más importante de los que todavía no habían merecido una entrada en este espacio, sí señores, me refiero a la vieja y querida bolita. Bolillones, piojines, porces, de menti, de verdi, opi, todas palabras que traen hermosos recuerdos de infancia. Sin embargo, y a esto apunta todo lo que se viene diciendo, catalogar a la bolita como un juego del ayer no parece ser correcto. En primer lugar tengo conocimiento de pequeños diablos que todavía practican este milenario entretenimiento y aún más destacado es lo que les voy a contar a continuación.
Como ustedes podrán observar en mi perfil de blogger, soy ciudadano de Paraná, Entre Ríos. Por lo tanto, es lógico que me dedique a enterarme de las noticias que importan a la ciudad a través de los diferentes portales y medios de comunicación. Uno de los lugares que visito frecuentemente es el sitio propio de la municipalidad, que si bien peca (como todo medio manejado por los gobernantes) de un oficialismo demasiado notorio, es una buena fuente de datos sobre los quehaceres municipales. Justamente estaba leyendo las últimas noticias publicadas en el portal cuando me encuentro con esto (lean, aunque más no sea el título y el copete y después vuelvan). ¿Listo?, perfecto, continúo con la exposición.
Es muy probable que se les haya escapado una sonrisa al leer el título de la nota. Lo mismo me sucedió a mí, y fue esa sonrisa lo que me incitó a escribir toda esta sanata. Ya no podía apelar al recurso de escribir sobre eso que añoramos y recordamos con amor y nostalgia, criticando la aparición de la televisión y la internet como culpables de la desaparición de esas prácticas lúdicas; ya no podía hacer una apología por el retorno a estos juegos, me había quedado sin argumentos para mantener el estilo de la columna Los juegos del ayer.
Pero (al contrario de como decía Porky): "Esto no es todo amigos". Si leyeron la nota habránse enterado de que este certamen clasifica a uno de nivel nacional y éste a su vez a uno de carácter internacional. Está bien, estarán pensando (quizás) que hacer un Campeonato mundial de bolitas es como muy exagerado. ¿Lo creen? Miren acá y después me cuentan.
Ahora, ustedes pensarán (quizás) que este campeonato es una improvisación, una locura, una pelotudez, una ñoñada. Es probable, pero no quita el mérito a quiénes intentan disfrutar sanamente. Sólo espero que no se generen barrabravas dispuestos a introducir bolitas en sus contrincantes cuál si fueran supositorios o arrojarse bolillones hasta que alguno caiga muerto dentro del opi.
Para aquellos interesados les dejo un sitio para visitar: www.asociacionbolita.com.ar (oiga, ¿pensaba que eran unos improvisados?).
Ahora sí, como diría Porky, "Esto es todo amigos".