sábado, 24 de abril de 2010

Serie: Los Juegos del Ayer. El ta-te-tí

Los juegos infantiles son los culpables de la mayor parte de las alegrías de la vida, o por lo menos eso aseguran algunos círculos de eruditos. Imaginación pura o actividades casi totalmente desprovistas de objetos necesarios para practicarlas forman parte de la cotidianeidad infantil.
Fue mi intención intentar recordar alguno de aquellos juegos de la infancia y sus características principales, porque como dicen por ahí: todos llevamos un niño interior adentro nuestro.

Recordarán los más memoriosos la iniciación de esta columna allá por el mes de septiembre de 2008 y que tuviera su continuación en sucesivas entregas publicadas a intervalos regulares. Luego de una exhaustiva investigación dentro de los recovecos de la memoria infantil (dignos estos laberintos de esconder sendos minotauros) di con un juego que no por simple ha sido olvidado por las generaciones modernas, tan adeptas a la playstation, la x-box y el sorteo del loto 5.

Ta te tí
Poco es lo que se guarda en los viejos archivos sobre el tatetí, también conocido como tres en línea, tres en raya, el juego del gato, triqui, tres en gallo, michi o la vieja. Como la mayoría de los entretenimientos de este tipo, han sido transmitidos generación a generación por vía oral o telepática.

Este redactor ha podido dar solamente con una historia referida al juego, aunque faltaban algunas partes en el pergamino, muy probablemente a causa de la poca preocupación en su cuidado. A continuación transcribimos lo que fuera encontrado en el tomo 5º del "Compendio de Actividades Lúdicas" conservado en el Archivo General de la República Cooperativa de Guyana:

"...los negros. En la región sur de Irán fueron encontradas inscripciones en piedra que parecen seguir el patrón de un juego de tatetí, con sus características cuadrículas, círculos y cruces. Algunos investigadores, sin embargo, aseguran que las marcas en los muros son antiguos cálculos matemáticos persas (...) también hay datos del antropológo serbio Dimitri Tadic que asegura haber escuchado a un narrador oral contar una historia en la que dos reyes confiaban el destino de una región al mejor de 7 partidas de un juego conocido como кругова и прелази  (círculos y cruces). Los detractores de Tadic acusan al serbio de haber fabulado dicho encuentro a fin de encubrir una cuantiosa suma otorgada por el gobierno para realizar investigaciones  secretas en tiempos de la Segunda Guerra Mundial.
(...) 
en América, su introducción fue tardía, traída por los inmigrantes españoles, italianos, franceses y demás europeos quiénes a su vez los habían heredado de sus antepasados romanos. Los romanos lo llamaban terni lapilli ("tres piedras"), dada su característica de jugarlo con tres piedras por particpiante en vez de marcas en el tablero.
(...)
Quien escribió esto,
Alvar Fanez Montrei, Anno MDCLXXIII, a días X de Maio. Barçalona"

El pergamino no revela mayores indicaciones, sin embargo, pueden reconstruirse algunas hipótesis:

1- La veracidad del documento es sumamente discutible. La fecha indicada en el explicit no concuerda con las referencias a la Segunda Guerra Mundial, ni con la mención de la inmigración europea hacia América.
2- El hecho de que se trate de un pergamino, si tomamos la fecha mencionada de 1673, es incoherente. Para esa época ya existía el papel y la imprenta (que fue desarrollada a mediados del siglo XV), lo que supondría una anacronía el uso de un pergamino.
3- Los investigadores que han tenido en sus manos el documento, aseguran que el estilo de letra y la sintaxis son propiamente modernas, contra lo que indicaría la fecha en el explicit. Un copista medieval o renacentista no utilizaría la frasística que se encuentra en el pergamino.
4- Por lo tanto, la hipótesis es que se trata de un documento apócrifo muy mal confeccionado.

Llegado a este punto, lo más acertado fue intentar una descripción aproximativa al juego del tatetí, dejando de lado la incomprobable procedencia histórica y centrándose en material empírico.

Participantes
El número ideal es el de 2 jugadores. Aunque hay algunos datos de competencias entre 3 o más participantes, llegando incluso a desarrollarse en Islandia un partido entre dos equipos de 16 integrantes cada uno. Los mismos iban turnandose un movimiento cada uno. Sin embargo, se comprobó que era sumamente difícil llevar el registro de a quién tocaba el turno luego del movimiento 132 (es preciso notar que se jugó en la variante romana, explicada más abajo).

Objetos
– Tablero o área de juego (ver posibilidades más abajo)
Piezas (sólo en la modalidad romana)
Biromes, marcador, fibra, tiza, carbón, ladrillo, ramitas, caños, etc (en la modalidad círculos y cruces y dependiendo del material del tablero)

Modalidades
Básicamente existen dos tipos de tatetí:

Romano: (de origen romano, por eso su nombre) en éste, el tablero consta de 9 puntos equidistantes, tal como se ve en la imagen. Ambos jugadores tienen 3 piezas cada uno (piedras, bolitas de papel, tapitas de cerveza, etc.) que irán colocando por turnos hasta completar las 6 y luego moverán hasta que uno de los dos logre formar una línea. Ése será el ganador del juego.

Círculos y cruces: en ésta modalidad el área de juego representa un cuadrícula con nueve espacios. La superficie del tablero puede ser un papel, una roca, una vereda, mesas, paredes (las madres suelen enojarse en estos últimos casos). También puede hacerse en la arena o tierra, marcando surcos con un palito. Hay quiénes han intentado jugarlo en el agua, pero en el líquido es imposible hacer surcos estables (a menos que se juegue con Moisés). Luego de marcado el tablero, los participantes harán sus marcas (usualmente círculos y cruces) por turnos. El que logre engañar a su contrincante y hacer una línea será el vencedor. Nota: este tipo de tatetí suele terminar en empate, lo que para algunos representa una desilusión luego del tercer partido.
Números
Existen 765 posiciones esencialmente distintas y 26.830 partidas posibles en la modalidad círculos y rayas.

Variantes
Existen posibilidades para hacer de este juego más atractivo en personas mayores a 12 años, aumentando, por ejemplo el tamaño del tablero, o incluso es posible idear un ta te tí tridimensional, aunque resulta complicado, quizás, jugarlo, dada su imposibilidad de apoyarlo en una superficie (lo que obstaculizaría el casillero central inferior).
Se han desarrollado también versiones informáticas del juego, permitiendo a las principiantes practicar contra la computadora antes de enfrentarse con jugadores más experimentados.

Algún filosofero, predicador, sofista, aforista o vendedor de cosméticos podrá expresar, con intenciones de darse aire de superiores que "la vida es como un ta te tí, mientras la mayoría tarda años en lograr una línea recta, el gran número de partidas termina en empate."

Doctor Seisdedos, 
Jugador y ex-niño.

4 comentarios:

Brunomilan dijo...

Agrego una variante: en quinto grado en un viaje a Reconquista jugamos con los chicos de la escuela local un Tatetí humano, en la que los participantes le ponían el cuerpo a la ficha. De más esta decir que les ganamos a esos malditos pueblerinos.

PD: Lo mejor del post fue el "...los negros. En la región sur de Irán..." juró que me rei sonoramente.

Emilia S dijo...

Hola!
Permiteme presentarme soy Catherine, administradora de un directorio de blogs, visité tu blog y está genial,
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Un beso
Catherine

YUYUY dijo...

De los juegos más lindos! Y que aun de grande dan ganas de jugarlo.
Saludos.

Doctor seisdedos dijo...

Llegado al nivel mínimo de comentarios para que deba responder so pena de muerte... paso a la tarea:

Bruno: ¡El bien siempre triunfa!

PD: ¡Xenófobo!

Muñekita: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Dános hoy el SPAM de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.

YUYUY: ¡Qué buen nombre capicúa!... Los grandes debieramos hacer caso a nuestros niños interiores y jugar más. Gracias por pasarte... te esperamos de vuelta.

Saludos... totales (homenaje a Gustavo Cerati en este momento difícil)