Friolencia

Señores/as, me he de expresar ante un tema de conocimiento general, pero no por eso menos atractivo para la redacción: el frío (o según tu maestra de química, la falta de calor).

En los últimos días nos ha invadido una impetuosa ola de frío, que por lo que parece proviene directamente del barrio de Papá Noel en el Polo Norte.
Nevó en Córdoba, veinte bajo cero en Chubut y ésta mañana en mi ciudad (y perdonen la expresión) nos re cagamos de frío.

Pero no solo nos ha colmado de enfermedades y dejado sin otro tema de conversación este fenómeno climático; también se empiezan a ver esas metamorfosis (más figurativas que la de Kafka) en la gente que debe sobreponerse a las adversidades del tiempo atmosférico.

He aquí una lista de aquellas personas que han cambiado su forma de vestirse, transitar y vivir a partir de lo propuesto por el frío:
1) Personas que en verano vestían shorts de fútbol y remeras deportivas
Hoy visten la misma marca y modelo, pero todo mangas largas, de telas brillantes. Lo hacen hasta con más orgullo que en verano
2) Personas que en verano usaban camisas informales, con palmeras o floreadas
Hoy usan camisa, suéter, saco y sobretodo (todo negro)
3) Futbolistas que, a pesar de jugar de shorts y mangas cortas, usan guantes (¿Alguien lo entiende?)
4) Personas que, a las 11 de la mañana, con un tímido sol que no calienta nada, usan gafas oscuras
5) Personas que en verano usaban el pelo largo hasta los hombros
Hoy están rapados

Y por último, la gente extraña, de la cual usted seguro conoce al menos un individuo:
6) Personas que en verano usaban buzo y joggins
Hoy circulan a las 7 am en mangas cortas


No es mi intención seguir hablando de un tema del que mi abuela misma ya se cansó de hablar (ahora habla de lo cara que está la cebolla), pero no podemos negar que la vehemencia de los movimientos humanos al tener frío da gracia al más serio.

Por último, espero que en la vida siga sintiendo frío cuando deba sentirlo y que nos derritamos de calor cuando se supone que debamos hacerlo, porque esto significa que seguimos viviendo en un mundo no tan jodido, a pesar de que a algunos les dé igual.