jueves, 28 de mayo de 2009

Carta abierta a las empresas de cosmética

Quiero hacer una denuncia. Las empresas de cosmética fomentan la no higienidad de nuestros niños. Irresponsablemente, en su afán de vender más y más productos (paradójicamente como se verá) los señores Palmolive, Sedal, Gilette, Plusbelle, Head & Shoulders, entre otros, fomentan la no correcta higienización que cualquier menor de 18 años necesita para vivir dignamente.
Si a esta altura de la carta hay algún (escandalizado) lector que todavía no entiende de que va todo esto lo invito a realizar la siguiente experiencia:
1- Tómense 10 (por poner un número) productos que encuentre en su baño: champú o shampoo, dentífrico o dentrífico, enjuague bucal, desodorante —en barra, a bolilla, spray, en polvo, en crema—, jabón, crema facial (alguna de las que usa la señora de la casa), crema de afeitar, loción demaquillante, crema de enjuague y bronceador (todos estos productos a título ejemplificativo).
2- Lea atentamente las etiquetas posteriores de los envases, particularmente con mucha atención en la sección Precauciones.
3- Si usted no es analfabeto habrá notado (y si no lo hizo le cuento) que todas las indicaciones tienen una leyenda en común: Mantenga(se) alejado (del alcance) de los niños.
Ahora bien, estoy de acuerdo en que mantener a un niño alejado de la crema de afeitar (en el caso de los varones, y algunas mujeres) puede evitar heridas innecesarias en aquellos jóvencitos apurados por comenzar con la torturante rutina del afeitado, lo mismo con la loción demaquillante (en el caso de las mujeres, y algunos varones) que puede evitar irritaciones oculares y hasta posibles cegueras tempranas. Sin embargo, no encuentro explicación suficientemente razonable para evitar el acercamiento de los pequeños al jabón o el dentífrico o el champú o el desodorante. ¿Qué deben hacer los niños para higienizarse? ¿deben optar por una vida de roña e inmundicia en consecuencia de la desidia de Palmolive, Sedal, Plusbelle, Lux y demás empresas que —digámoslo de una vez— oligopolizan el negocio de la limpieza corporal? Los gurisitos tienen tanto derecho a mantenerse cercanos al Shampoo Pantene Pro-b con queratina y extracto de kiwi que combate la caspa y la seborrea como a los libros de Ana María Shua o discos de María Elena Walsh.
Por eso desde el Rinconcito del Gordo Morcilla (miembro honorario de la Asociación Defensora de Pobres y Menores) repudiamos abiertamente y a cara lavada a los popes de la industria cosmética y su inentendible afán en la no limpieza de los pequeños diablos, que digámoslo es difícil creer que tenga algun beneficio económico.

Me indigné, chau.

sábado, 23 de mayo de 2009

¿Qué andás buscando?

Ante la falta de ideas provocada en buena medida por el consumo en exceso de merengadas con agua tónica, me he visto obligado una vez más a acudir a recursos bajos y obsoletos para llenar el espacio semanal del blog.
Esta vez he optado por resucitar una vieja y poco original sección (ésta vez en forma de post) en donde rastreamos los orígenes de las personas que entran a nuestro blog. O mejor dicho, buscando qué, las personas llegan a nuestro blog. He seleccionado una lista de las mejores y, como es natural de nuestro carácter contestatario, le dejamos un pequeño mensaje.


1- "Insultar a un gordo"- ¡Ehhh! ¿Por qué esa discriminación?. Bué, te tiro un par de ideas: gordo de mierda, asesino de masas, Harry Postre, cerdoooo...

2- "Nombres de frutas con z"- Mmm... Ziruela, Zereza, Zandía, etc.

3- "Cigarros Jorge Rial"- ¿Ahora vende sus propios cigarros también? A la mierda que hay gente inconformista...

4- "Fotos de peinetones"- ¡Ja! No, no me quedan che, ¡pero tengo unas hebillas hermosas!

5- "Recomendaciones para robar un supermercado"- Yo diría que sacarle el microchip a los productos... PRÓXIMAMENTE UN POST ACERCA DE ESTO.

6- "Florencia y Roque Chistes"- Bueno, resulta que venía Roque caminando y se la encuentra a Florencia y...

7- "Fotos de ex novias en pelotas"- Ja, ¿qué pasó?¿Te agarró la nostalgia o es sólo calentura? Después te paso unas de mis ex novias y las de seisdedos si querés (van a ser muy pocas igual).

8- "Recibir partículas de chizitos que caen de la boca de otra persona con sida no produce contagio"- Uh, bueno, ¡gracias por la info! Yo que siempre evito compartir un paquete de cheetos con mis amigos con VHI...

9- "Testículos grandes"- ¡¡Sí, y bien puestos!! ¿Qué agitá?.

10- "Sofovich récord de jenga"- Según la AJA (Asociación de Jenga Argentina), 39 pisos y medio, habiéndose fumado tres atados y medio de Parliament.

11- "La DGI persigue a Cheeky"- Y ya lo va a alcanzar...

12- "Jugador de Independiente de Avellaneda que andaba con la Pradón"- Creo que era todo el plantel, che...


¡Qué cagada es no encontrar lo que buscás!

viernes, 15 de mayo de 2009

Crónicas invernales

Llegó el frío señores y con eso las gripes, los resfríos, las frazadas, los calzoncillos largos, las bufandas, los guantes, los churros, los submarinos y demás objetos propios del clima gélido. Lo más probable es que estén pensando que me olvidé de nombrar al objeto por excelencia en épocas de bajas temperaturas: estoy hablando del siempre querido y odiado calefactor. Querido y odiado, sí, con el calefactor se tiene siempre una relación de amor-odio (como con las suegras y los quinieleros). El amor que le tenemos a nuestro fiel eskabe de 2000 calorías cuando calienta nuestros interiores (de las casas) es precedido por una semana de repulsión total por habernos hecho transpirar 10 horas tratando de que el señor se dignará a enceder el piloto.

Crónica de un calefactor encendido
El frío se hace presente casi sin previo aviso (la confiabilidad en el pronóstico meteorológico es consabida) un día y el vulgo se desespera en combatirlo con todos los elementos posibles cual si fuera una malahierba (como la soja, que es un yuyito que crece hasta en las veras de las rutas). Las bufandas y los guantes asoman de los estratos más bajos de aquel cajón olvidado, las camperas empiezan a poblar los respaldos de las sillas y los pañuelos de papel se convierten en aliados estratégicos. Pero el que carga sobre sus espaldas el mayor trabajo es el siempre cuestionado calefactor. Fiel amigo al momento de exhalar su caliente aliento, se puede volver traicionero si no se lo trata con respeto. Tampoco es muy servicial al momento de comenzar su trabajo. El calefactor es un poco remolón cuando se trata de empezar un nuevo año de trabajo. Antes de prenderlo hay que limpiarlo bien, porque el señor es un poco mugriento y durante su temporada de vacaciones no se preocupa mucho de mantener su imagen juntando tierra, telarañas, uñas y otros residuos de esa índole. Por eso antes de comenzar su tarea conviene pasarle un trapito mojado para que no se queme toda esta basura al ir subiendo la temperatura. Sin embargo, no todo es alegría una vez limpio el artefacto, sino que nos aguarda una duda eterna: ¿el gas está abierto con la perilla hacia arriba o hacia el costado?. Tras deducir la respuesta mediante el viejo y mentado recurso de ensayo y error llegamos a la conclusión de que está abierto y procedemos a enfrentar el siguiente reto: el encendido. El dedo pulgar dobla su ancho después de media hora de lucha para lograr que el piezoeléctrico encienda la llamita vacilante del piloto. Una vez logrado nuestro cometido debemos hacer una vigilia de dos horas sosteniendo la perilla, después que se nos apagara tres veces y maldijéramos 233 veces. Por fin logramos nuestro cometido y el calefactor comienza a irradiar las primeras ráfagas de aire caliente, sin embargo, debemos soportar todavía 2 horas más de olor a tierra quemada. Nuestra travesía ha llegado a su fin, y ya estamos preparados para afrontar un nuevo año de fríos y cerrazones.


viernes, 8 de mayo de 2009

Negras noches Blancas

Me pregunto: ¿Soy yo, Higleppi, el único que sufre de un insomnio crónico? ¿Soy yo el único al que le cuesta conciliar el sueño por las noches, dando un giro tras otro en la cama tratando de encontrar en alguna de esas vueltas, aquel perdido sueño? ¿Acaso soy yo el único que ve pasar sin consuelo los minutos en el reloj y que programo mentalmente un cuentaatrás de los minutos que me quedan para levantarme?
Y me respondo: Claro que no. Ya sea por preocupaciones, por temas pendientes, por una simple hiperactividad o incluso poco gasto de energía, somos muchos los que por las noches intentamos en vano alcanzar ese caprichoso sueño que se empeña en demorar su llegada. Sólo con leer el horario de publicación de ésta entrada sabrán que mi producción no es precisamente matutina.

De cualquier manera, con el problema sobre la mesa, he llevado a cabo una investigación extensiva sobre el tema, investigación que comprendió largas horas de contrastación empírica y a través de la cual pude confeccionar una lista que hoy tengo el profundo desagrado de presentarles como los MÉTODOS 'MORCILLA' PARA CONCILIAR EL SUEÑO, en esas noches en que el pícaro sueño no quiere venir.

1- Haga ejercicio: Sí, ahí al lado de la cama. O en el baño, o en la cocina. Decida usted, es su casa. Se trata de quemar las energías sobrantes del día a través de tres series de veinte flexiones de brazos, cien abdominales y setenta sentadillas. El lado negativo de éste método es, por un lado el esfuerzo que demanda (y si estás leyendo este blog... no debes ser Usaim Bolt) y, por otro, lo ridículo que va a ser tu imagen de deportista noctámbulo para tu mujer que pasa hacia el baño.

2-Un baño caliente: Casi consecutivo del anterior, aunque no dependiente. Está comprobado que una bañadera caliente con un apropiado vapor puede adormecer hasta al más despierto. Advertencia: evitar relajarse demasiado, porque ahogarse en la bañera es, después de estar cagando, la forma más pelotuda de morirse.

3- Tomar té o leche caliente: El calor de una taza de leche o té siempre tiene algún efecto somnífero. Sin embargo, el azúcar puede aportar energías no deseadas. Por otra parte, de estar sometido a un régimen de adelgazamiento, aconsejo omitir la leche, a menos que sacrifique la figura por el sueño (cosa muy poco vista hoy en día). Evitar el café ante todo.

4- Ver programas de TV aburridos: He probado en carne propia unos cuantos y los he clasificado por efecto (a más puntos, más efecto somnífero).
Programas de Santo Biasatti (4 puntos)
Programas de Luis Majul (5 puntos)
Programas de Literatura o Cultura (6 puntos)
Programas de computación, con vocabulario técnico (7 puntos)
Estudio Fútbol (7 puntos)
Estudio Fútbol -repetición- (8 puntos)
Programas de cocina (8 puntos)
Partidos de fútbol de la historia (9 puntos)
Repetición nocturna de Rial (9 puntos)
Especiales musicales de rock argentino under (9 puntos)
Tom y Jerry (9 puntos)
Alf (10 puntos)


5-Ver Canal Rural: Lo dejé afuera de la lista anterior porque excede las puntuaciones de techo 10... El informe de las cotizaciones en el mercado de Chicago suma una tonelada al peso de los párpados de quién lo mira.

6-Leer la sección Rural del diario: Aún peor que el anterior... porque requiere un mayor esfuerzo visual y se hace constante el autocuestionamiento mental: ¿por qué joraca leo esto?.


7-Pensar en algo Rural: Piense en el campo, la tranquilidad, el sonido del viento entre la soja a punto de ser cosechada; una camioneta, dos camionetas, tres camionetas voladoras... De Angeli...

8- Leer el RGM: Destructor de energías. Asesino de noches de fiesta. Ningún insomnio sale vivo de la oscuridad de los post de éste maléfico sitio. Para algo servimos, ¿no?. AH... y COMENTAR, ni te cuento: apenas enviás tu opinión, te caes dormido sobre el teclado.



Chau, me agarró sueño de tanto leerme.

viernes, 1 de mayo de 2009

Serie: Los Juegos del Ayer. La rayuela

Los juegos infantiles son los culpables de la mayor parte de las alegrías de la vida, o por lo menos eso aseguran algunos círculos de eruditos. Imaginación pura o actividades casi totalmente desprovistas de objetos necesarios para practicarlas forman parte de la cotidianeidad infantil.
Fue mi intención intentar recordar alguno de aquellos juegos de la infancia y sus características principales, porque como dicen por ahí: todos llevamos un niño interior adentro nuestro.

Primera nota aclaratoria: No se hará aquí mención a un libro de cierto autor que gozó de reconocimiento por un texto que lleva por título el nombre del juego que nos interesa hablar en este tratado.

Segunda nota aclaratoria: En la nota anterior nos referimos a Julio Cortázar y su Rayuela.

Tercera nota aclaratoria: Se me escapó.

La rayuela, como los otros juegos de su época (bolitas o canicas, el elástico, ring-raje, la escondida) han desaparecido casi totalmente del arsenal lúdico de los niños actuales desplazados por el playstation, los autos a control remoto y las infinitas refundiciones de Chiquititas que viene poniendo al aire Cris Morena, con un desparpajo totalmente insoportable. Es por eso que es uno de los propósitos de este documento advertir a las nuevas generaciones sobre prácticas practicadas hasta hace prácticamente poco que podrían fomentar sus mentes y quizás hasta alejarlos de las drogas, el paco y la coca-cola.

Detalles del juego

Participantes: Entre 1 y 88. Jugar solo es aburrido y entre 88 es un poco desordenado, porque se pierde la cuenta de quién juega, de quién es cada piedra y genera problemas con las madres de los niños a partir del número 56 que tienen que ir a comer y todavía no han jugado.

Objetos necesarios: Un área plana y dura (cemento, hormigón armada, madera, lajas, etc) de 4 m. de largo por 2 m. de ancho, tizas, carbón o ladrillo para marcar el área de juego y una piedra para cada uno de los participantes (que quepa en la palma de la mano).

Desarrollo: Se demarca un área de juego consistente en 10 rectángulos numerados del 1 al 10 y ubicados de la siguiente manera (puede haber variantes, esta es la básica):
10
8|9
7
5|6
4
2|3
1
Nota: 1 es el comienzo y 10 es el final, conocido como cielo o cielito.

El juego comienza con un jugador que arroja su piedra dentro de los límites del rectángulo 1 y debe pisar los demás rectángulos con 1 o 2 pies según corresponda sin salirse de los límites y haciendo un salto a la vez hasta llegar al cielo para luego volver de la misma manera, recoger la piedra antes de pasar por el número en que se encuentre y saltar hacia afuera (algunos agregan un área antes del rectángulo 1 conocido como infierno*).
Una vez terminado el turno hace lo propio el siguiente participante y así todos hasta que alguien complete los diez rectángulos. Si alguien cometiera una falta termina su turno y debe esperar la nueva ronda para intentar nuevamente. Eso nos lleva a explicar las:

Faltas:
* Tocar las líneas divisorias de los rectángulos
* Pisar un rectángulo que contenga piedra
* Errar el rectángulo al arrojar la piedra
* Arrojar la piedra al ojo del contrincante (esta falta es descalificatoria)

Reflexión final:
Jugar a la rayuela es educativo (se aprenden los números del 1 al 10), ejercita el cuerpo y da pautas morales (para llegar al cielo no hay que cometer faltas). Por eso

¡Niños! ¡Jueguen a la rayuela!º

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Notas
* Véase la connotación religiosa de la rayuela en Seisdedos, Doctor (2005): Connotaciones religiosas en juegos infantiles. Paidós. Buenos Aires.
º Mensaje obligatorio según ley 45.678/09 de Promoción de Rayuela y juegos afines